¿Cómo reducir los carcinógenos al asar a la parrilla hasta en un 99 %?

La verdad es que cuando te reúnes con amigos los fines de semana, ​​disfrutando de un picnic familiar o viendo un partido de tu deporte favorito, es muy probable que estés frente a una parrilla preparando salchichas, hamburguesas, camarones, costillas o incluso brochetas de verduras.

Normalmente, simplemente descartamos esta época como un festín de comida que se da una vez al año, haciendo la vista gorda ante cualquier problema de salud también.

Con solo unos pocos pasos simples, no solo puedes evitar errores al asar a la parrilla y reducir drásticamente la cantidad de carcinógenos que se esconden en tus comidas, sino que también puedes hacer que tengan un sabor mucho mejor.

¿Qué son los carcinógenos al asar a la parrilla?
Todas las carnes tienen aminoácidos, como la creatina, y azúcares. Sin embargo, si las asas a la parrilla a temperaturas muy altas, esas sustancias producen naturalmente moléculas llamadas aminas heterocíclicas (HCAs), compuestos tóxicos que también se encuentran en el humo del cigarrillo.

Hace años que conocemos estos agentes cancerígenos.                                                  No podemos cambiar el hecho de que la carne está compuesta de aminoácidos y azúcares. Es lo que es.

Tampoco podemos cambiar el hecho de que la carne puede formar sustancias químicas que son muy, muy malas para ti.

Lo que sí podemos controlar es la cantidad total de HCA que comemos. La forma más fácil de hacerlo es controlar el punto de cocción de la carne y el tipo de carne que comemos.

La carne bien cocida contiene 3,5 veces más HCA que la carne a punto medio.
Cuando comparas diferentes tipos de carne, lamentablemente (y trágicamente), la concentración más alta proviene del tocino. La segunda más alta es la de cerdo frito, seguida de la carne de res y luego del pollo.


¿Dónde se asa mejor?
Esta es una gran noticia para las personas que se relajan en la parrilla. Siéntase libre de quemarla y encenderla.

Los vegetales no tienen la combinación de creatina y azúcar que se encuentra en las carnes, ni tienen los restos de grasa que se convierten en otros carcinógenos inducidos por la parrilla llamados hidrocarburos aromáticos policíclicos.

¿Qué pasa si eres un amante de la carne?
Claro, quieres estar sano pero… tocino. Sí, quieres consumir menos carcinógenos pero… costillas.

Y te encantaría comer todo magro y verde pero… salmón.

La buena noticia es que reducir los carcinógenos no significa que tengas que reducir el sabor, la carne o incluso la carne a la parrilla.

A continuación, se ofrecen algunas sugerencias sencillas y sabrosas para ayudarte a minimizar su exposición a compuestos cancerígenos antes, durante y después de asar a la parrilla.

Reduzca los carcinógenos al asar a la parrilla

  1. Marinar la carne
    El Centro de Investigación del Cáncer de Hawái descubrió que una marinada de teriyaki reducía los HCA en un 67%. Una salsa de cúrcuma y ajo los reducía en un 50%.

La clave aquí es utilizar una salsa ligera a base de vinagre, sin azúcar.

Comparada con una salsa de barbacoa comercial espesa y concentrada con azúcares añadidos, que en realidad puede triplicar la cantidad de HCA en la carne.

Los investigadores realizaron experimentos para descubrir cómo las hierbas y las especias pueden conducir a la reducción de HCA en las carnes. La albahaca, la menta, el romero, la salvia, la mejorana, el orégano y el tomillo poseían una poderosa acción anticancerígena en las carnes asadas a la parrilla.

La mayoría de estas hierbas son ricas en tres compuestos: ácido carnósico, carnosol y ácido rosmarínico, todos los cuales son potentes antioxidantes.

Así que asegúrate de incluir estas sabrosas especias que combaten el cáncer en su marinada.

2. Parrilla intermedia
Tiene muchas configuraciones en tu parrilla, pero no opte por el método del soplete cuando se trata de asar carne.

Para evitar la creación de carcinógenos, comienza con una temperatura media-alta y da vuelta la carne con frecuencia. Esto evita que se queme y previene los HCA.

Otra gran técnica, en caso de que tengas varios quemadores dentro de su parrilla, es asar cada lado rápidamente y luego apagar el quemador que se encuentra directamente debajo de la carne mientras mantiene los otros quemadores encendidos.

Eso básicamente convierte su parrilla en un horno.

3. Post-parrilla
Una vez que hayas cocinado la comida, hay una cosa muy de sentido común que puede hacer para maximizar el sabor y minimizar los carcinógenos: no comas carbón.

Es solo carne quemada. Es carbono.

Sé que te gusta la idea de convertirte en un cavernícola con tu lado chamuscado del mamut, pero el carbón ni siquiera tiene sabor.

No lo comas, córtalo.

Si haces esta simple cosa, eliminarás muchos de los HCA que se forman a pesar de la protección del adobo.