CORTISOL: TU ALIADO O TU ENEMIGO

El cortisol es una hormona esteroidea de gran importancia en procesos vitales como el metabolismo y nuestra respuesta inmunológica, es nuestra cortisona natural y un gran antiinflamatorio. La secreción de cortisol es controlada por tres regiones del cuerpo intercomunicadas que son el hipotálamo, la glándula pituitaria y la glándula adrenal, que se le conoce como el eje hipotálamo-pituitaria-adrenal. Pero al mismo tiempo, juega un rol muy importante en nuestra respuesta al estrés.

Este glucocorticoids se produce en la corteza de las glándulas adrenales y cuando es liberado al torrente sanguíneo se transporta a todo el cuerpo. Casi todas las células tienen receptores de cortisol y dependiendo de la función de la célula sus efectos son:

+ Regular el metabolismo y controlar los niveles de glucosa en sangre.

+ Antiinflamatorios

+ Influencia en la formación de memoria

+ Controlar el balance de sal y agua

+ Influencia en la presión sanguínea

+ Apoyo en el desarrollo del feto y está involucrado en el proceso de dar a luz.

Los niveles de cortisol son variables en el día, sin embargo, algo muy importante es que son más altos al despertarnos y a lo largo del día decrecen, esto está relacionado con el ritmo diurno, y este patrón normalmente se revierte en el caso en que las personas trabajen de noche. En resumen, los niveles de cortisol están estrechamente relacionados a los patrones de nuestra actividad diaria. También cuando se tienen respuestas de estrés, independientemente si es físico o psicológico, cortisol extra será liberado al cuerpo para ayudar al cuerpo a responder correctamente a él.

Ahora, ¿qué pasa si existe un desequilibrio en nuestros niveles de cortisol?

Cuando se tiene exceso de cortisol por un periodo de tiempo prolongado se deriva al Síndrome de Cushing o Enfermedad de Cushing. La enfermedad de Cushing es causa de un tumor en la glándula pituitaria que produce hormona ACTH, provocando que se segregue más cortisol. A diferencia el Síndrome de Cushing se debe a tomar ciertos medicamentos corticosteroides. Los síntomas más comunes son ganar peso rápidamente principalmente en abdomen, elevación de la presión arterial, osteoporosis, cambios en la piel, debilidad muscular y cambios de humor (ansiedad, depresión, irritabilidad). Los altos niveles de cortisol pueden derivar en una falta de deseo sexual, en el caso de las mujeres que los periodos se vuelvan irregulares o menos frecuentes o se sufra amenorrea.

Por el contrario, cuando se tiene muy poco cortisol puede deberse a un problema en la glándula pituitaria o la glándula adrenal, y se conoce como la enfermedad de Addison. Los síntomas de presentan poco a poco, y los más comunes son fatigas, mareos (sobre todo al pararte), pérdida de peso, debilidad muscular, cambios de humor y algunas regiones de la piel se oscurecen.

Formas naturales de apoyar el Síndrome o enfermedad de Cushing es consumiendo una dieta antiinflamatoria, rica en grasas saludables, en alimentos que contengan las vitaminas B, alimentos ricos en calcio, potasio y magnesio, y rica en proteínas ya que los aminoácidos son necesarios para el correcto funcionamiento de neurotransmisores. Complementar con terapia cognitivo conductual y reducir el estrés. Ayudar a equilibrar las hormonas realizando actividad física. Cuidar la calidad del sueño y reducir estresores. Tomar algún adaptógeno como la ashwaghanda, la rhodiola, entre otros. En el caso de la Enfermedad de Addison se recomienda consumir suficiente sal, una correcta suplementación bajo supervisión de un especialista en salud de calcio y vitamina D3 + K2, una dieta antiinflamatoria, técnicas de relajación, hongos medicinales como el reishi o cordyceps.

Para tratar tanto el Síndrome o Enfermedad de Cushing, como la Enfermedad de Addison, siempre es importante acercarse a un especialista en hormonas, que sería un endocrinologo.