Magnesio y su papel neuroprotector
El magnesio es un elemento y mineral que se encuentra en la naturaleza y uno de los electrolitos del cuerpo. Alrededor del 99% del magnesio total del cuerpo se almacena en los huesos, músculos y tejidos blandos, mientras que sólo alrededor del 1% se concentra en la sangre.
En el cuerpo, es el cuarto mineral más abundante y un cofactor de cientos de sistemas enzimáticos, que afectan la función muscular y nerviosa, el control de la glucosa en sangre, la regulación de la presión arterial y más.
El magnesio participa en más de 300 reacciones del cuerpo y es necesario para muchas funciones corporales importantes. Los beneficios del magnesio incluyen el apoyo a:
síntesis de ADN
Contracciones musculares
Regulación de la presión arterial
Síntesis de proteínas
Metabolismo de la insulina
transmisión nerviosa
Reproducción
Magnesio y salud cerebral
En nuestra vida cotidiana, todos hemos tenido esos momentos en los que olvidamos cosas o nos cuesta recordar nombres. Estos momentos a menudo nos hacen considerar la salud y el funcionamiento de nuestro cerebro a medida que envejecemos.
Los científicos realizaron un estudio de revisión y encontraron algo interesante que podría estar relacionado con estos momentos de olvido: el magnesio, un mineral que se encuentra en alimentos como oleaginsas y las verduras de hoja verde, podría ayudar a proteger nuestro cerebro de la inflamación y el daño, preservando así su función.
Cuando comes semillas o disfrutas de una ensalada con verduras de hojas verdes, le estás dando un pequeño impulso a tu cerebro sin siquiera darte cuenta, gracias al magnesio de esos alimentos. Este descubrimiento cambia nuestra forma de pensar sobre lo que comemos y nos da esperanza. Al realizar pequeños cambios en nuestra dieta, como agregar más alimentos ricos en magnesio, podemos mantener nuestro cerebro más sano a medida que envejecemos.
El papel fundamental del magnesio en el cerebro El magnesio se destaca como un mineral dietético fundamental, que actúa como protector de los tejidos del cerebro. Lejos de ser un nutriente unidimensional, el magnesio organiza un sinfín de reacciones bioquímicas esenciales para la transmisión de señales nerviosas y la preservación de la integridad de la barrera hematoencefálica.
Las enfermedades neurodegenerativas, con su aparición insidiosa y su naturaleza progresiva, plantean uno de los desafíos más complejos de la atención médica.
Entre las revelaciones más convincentes de la revisión se encuentra el impacto del magnesio en la neuroinflamación y el proceso neurodegenerativo. Nuestra comprensión de la capacidad del magnesio para recalibrar la respuesta inmune del cuerpo, principalmente a través de la modulación de marcadores inflamatorios específicos y el fortalecimiento de la barrera hematoencefálica, significa un paso monumental en la estrategia neuroprotectora.
El poder del magnesio reside en su capacidad de reprogramación metabólica: el magnesio cataliza una serie de alteraciones bioquímicas que fortalecen las células neuronales contra la degeneración ajustando la utilización de la energía celular, en particular mejorando las defensas antioxidantes y reduciendo los mediadores inflamatorios. Esta reprogramación frena la progresión de enfermedades neurodegenerativas y revitaliza los mecanismos de reparación innatos del cerebro.