MARCoNS: una nueva bacteria que puede poner en riesgo tu salud

MARCoNS significa “Multiple Antibiotic Resistant Coagulase Negative Staph” por sus siglas en inglés. Son una forma de estafilococo que es resistente a los antibióticos y puede provocar una serie de problemas como infección, crecimiento excesivo, síndrome de fatiga crónica (SFC), fibromialgia, enfermedad de Lyme crónica, sensibilidad química múltiple, esclerosis múltiple (EM) y lupus, entre otras condiciones autoinmunes, e incluso puede desempeñar también un papel en el síndrome de la respuesta inflamatoria crónica (CIRS). Normalmente puede encontrarse en la cavidad nasal, y en sí sola no es una infección, sino que la colonización es la que puede causar una infección, que como consecuencia derive en inflamación y los problemas de salud ya mencionados.

Este patógeno libera toxinas (exotoxinas A y B) al torrente sanguíneo, afectando la función celular. El principal problema de estas bacterias es la resistencia que desarrollan a diferentes antibióticos, lo que lleva a la supervivencia y formación de biofilms y se aumenta la producción de estas exotoxinas que dañan al cuerpo. Al formarse los biofilms es importante recordar que se vuelve mucho más difícil de tratar y eliminar a este patógeno llamado MARCoNS.

El tener un sobre crecimiento de MARCoNS puede ser similar a varias enfermedades crónicas, incluidas fibromialgia y problemas autoinmnes. Los síntomas más comunes son tos, fatiga, dificultad para concentrarse y enfocarse, mala memoria, mente nublada, dolores de cabeza o migrañas, dolor de articulaciones, dolor en senos paranasales, congestión (sinusitis), lagrimeo, ojos rojos, sensibilidad en los ojos, dificultad para respirar, bochornos nocturnos, irregularidad en la temperatura corporal.

Algunas causas que aumentan el riesgo de desarrollar el crecimiento de MARCoNS son:

+ Síndrome de intestino permeable: ya que abre el paso a patógenos, toxinas y alimentos no digeridos al torrente sanguíneo y como consecuencia se puede tener inflamación crónica y mayor riesgo a condiciones autoinmunes, resistencia a la insulina, etc. Pero por otro lado, infecciones por MARCoNS también pueden incrementar el riesgo de intestino permeable, y que sea un círculo vicioso.

+ Gluten: es una proteína que puede causar inflamación en personas que tienen alergia o sensibilidad, además de que las personas con celiaquía tienen una reacción autoinmune. El gluten estimula lo producción de zonulina, que abre las uniones estrechas. Una sobre producción de zonulina da origen a la permeabilidad intestinal, y como vimos en el punto anterior existe una relación entre intestino permeable e infecciones por MARCoNS.

+ Una dieta alta en azúcar y alimentos procesados: una alimentación alta en carbohidratos procesados y azúcares refinados aumenta el riesgo de inflamación crónica y de problemas gastrointestinales, además de que benefician a la resistencia de los microorganismos patógenos. Los aditivos, conservadores y colorantes incrementan el riesgo de intestino permeable, inflamación e infecciones.

+ Químicos, pesticidas y toxinas ambientales: estos afectan a nuestro equilibrio microbiano, incrementan la inflamación y aumentan el riesgo de padecer intestino permeable, infecciones crónicas, y problemas severos de salud. Al vulnerar nuestro sistema inmune, se aumenta el riesgo de que los patógenos generen infecciones, incluido MARCoNS.

+ Esporas: se ha estudiado en los últimos años como las esporas producen micotoxinas que comprometen al sistema inmune, causan disbiosis e incrementan la inflamación crónica. Los síntomas provocados por las micotoxinas están conectados a los provocados por MARCoNS.

+ Antiinflamatorios no esteroideos:  su sobremos se ha relacionado con disbiosis y problemas intestinales, además de que pueden aumentar el riesgo a la resistencia a antibióticos.

+ Abuso en el uso de antibióticos: se crea resistencia a los antibióticos, así como son disruptivos de la microbiota intestinal, y son una causa de intestino permeable.

ESTRATEGIAS NATURALES COMO SOPORTE CONTRA MARCoNS

1.     Reducir la exposición a esporas y micotoxinas: Es importante revisar que no haya humedades en algún lugar de la casa (principalmente húmedo como el baño).  E incluso hay que revisar que los alimentos no sean la causa de las esporas. Se recomienda el uso de deshumificador y un buen sistema de filtración de aire. Un filtro de aire de alta calidad puede ayudar a remover las esporas y otras toxinas del aire de los espacios cerrados.

2.     Realizar un plan antiinflamatorio y antiesporas: Remover de la dieta todos los alimentos proinflamatorios como azúcares refinados, aceites refinados, alimentos fritos, ingredientes artificiales, comida chatarra, ultra.procesados, hongos, trugas, levaduras, queso, vinagres, mermeladas, frutos secos, nueces empacadas. Si en un contenedor tienes algún alimento con hongos, no sólo quites la parte que la tiene, sino elimina todo lo que haya estado expuesto a esta contaminación (las compostas pueden ser una excelente opción para no desperdiciar). Aumenta el consumo de frutas y verduras de bajo índice glicérido. Enfócate en incluir grasas saludables como aguacate, aceitunas, aceite de oliva, aceite de coco, ghee, y una cantidad moderada de proteína animal.

3.     Existen sprays nasales que pueden ayudar a reducir el sobre crecimiento de bacterias en la mucosa nasal. Importante utilizarse bajo supervisión médica.

4.     Abrir las vías de drenaje: el drenaje linfático es excelente para la limpieza. Realizar cepillado en seco al despertarse mejora el flujo linfático y la circulación, así como el realizar ejercicio tiene un impacto positivo en el sistema linfático. El sauna infrarrojo es una excelente opción para desintoxicar y disminuir inflamación. Optimizar el funcionamiento del hígado a través de una suplementación supervisada beneficia el reducir toxinas.

Para concluir, es importante acudir a un médico para tratar este problema, de la mano con una optimización en la alimentación y reducción de toxinas ambientales. Se recomienda un análisis de biofilm y cultivo bacteriano nasal, así como estudios de sangre que incluyan marcadores de inflamación, como la proteína c reactiva.