TRATAMIENTO DE LA ROSÁCEA

La rosácea es una afección común de la piel que afecta entre el 1 y 10 % de la población.

Se desarrolla comunmente en la adolescencia, puede empeorar en los 30 o 40 años.

Su causanno se comprende por completo aún, sin embargo, existen muchos factores que contribuyen.

Mientras tanto, la creencia en la medicina moderna es que no existe una cura real para la rosácea y una vez que se ve afectado por esta condición, es probable que ciertas personas experimenten brotes por el resto de su vida.

Excisten algunas terapias holísticas que pueden ayudar a prevenir que la rosácea cause enrojecimiento, brotes e irritaciones dolorosas.

Cuando se trata de brotes de la piel, ya sea por rosácea, acné, eccema, urticaria u otras afecciones, generalmente hay algunos desencadenantes específicos que hacen que surjan los síntomas de la piel.

No siempre es posible "resolver" completamente la rosácea, pero seguir las sugerencias del tratamiento, puede limitar su exposición a los desencadenantes que aumentan la inflamación, ayudando a prevenir de forma natural las erupciones o evitar que empeoren.

Signos y síntomas de la rosácea

Si bien la rosácea afecta a más de 16 millones de personas, la mayoría de ellas no saben que tienen rosácea. De hecho, una encuesta de la Sociedad Nacional de Rosácea encontró que antes del diagnóstico, el 95 por ciento de los pacientes con rosácea sabían poco o nada acerca de sus signos y síntomas.

La mayoría de las personas confunden la rosácea con tener la cara roja o sonrojada, pero los síntomas van más allá, dependiendo el tipo de rosácea.

Las personas pueden experimentar síntomas que incluyen:

  • Enrojecimiento en la cara, especialmente hacia el centro de las mejillas y la nariz.
  • Arañas vasculares, que son vasos sanguíneos rotos visibles.
  • Piel hinchada y dolorosa.
  • Piel sensible que reacciona fácilmente al sol, productos para el cuidado de la piel, sensación de calor o sudoración.
  • Escozor y ardor en la piel.
  • Piel seca, áspera, con picazón o descamada.
  • Sonrojarse fácilmente cuando se avergüenza.
  • Brotes similares al acné y piel demasiado grasa.
  • Poros grandes, visibles e inflamados.
  • Parches elevados de piel.
  • Textura rugosa en la piel.
  • Partes de la piel que se engrosan, especialmente comunes alrededor de la nariz (pero también pueden aparecer en el mentón, la frente, las mejillas y las orejas).
  • Sensibilidad de la piel alrededor de los ojos, que incluye apariencia acuosa o inyectada en sangre, enrojecimiento, sequedad, escozor, picazón, sensibilidad a la luz, visión borrosa, quistes y dolor.

La rosácea puede comenzar como una pequeña erupción o un parche de bultos o enrojecimiento, antes de extenderse y volverse más intensa. La afección no es contagiosa, a menudo, los síntomas pueden aparecer y desaparecer según lo estresado y agotado que se sienta, si se ha expuesto en demasía bajo el sol o no, y si  la dieta está desencadenando alguna reacción autoinmune.  No necesariamente empeora con el tiempo y para muchas personas puede permanecer relativamente constante durante muchos años si no se toman las medidas necesarias para resolver los síntomas.

La rosácea también tiene un costo psicológico. En una encuesta realizada por la Sociedad Nacional de Rosácea, más del 90% de los pacientes con rosácea informaron que su condición había disminuido su confianza en sí mismos y su autoestima, mientras que el 41% reportó que les había hecho evitar el contacto público o incluso cancelar planes sociales. . Entre los pacientes con rosácea con síntomas severos, el 88%  notó que el problema perjudicó sus interacciones profesionales, y más de la mitad dijo que incluso faltaron al trabajo debido a sus problemas de piel.

Tipos de Rosácea

La rosácea es un tipo de inflamación que se presenta como un sarpullido, similar a otros brotes que provocan un área de piel roja, sensible e inflamada. Las erupciones son causadas por irritación, alergias, infecciones, enfermedades y defectos estructurales de la piel, incluidos los poros bloqueados o el mal funcionamiento de las glándulas sebáceas.

La rosácea es de naturaleza similar a otros tipos de erupciones cutáneas, como el acné, la dermatitis, el eccema, la urticaria, la pitiriasis y la psoriasis.

Exiaten 4 subtipos diferentes de rosácea, aunque algunas personas tendrán síntomas de más de un subtipo a la vez.

Los cuatro tipos de rosácea son:

  • Subtipo 1 (rosácea eritematotelangiectásica): caracterizada por enrojecimiento facial, enrojecimiento, vasos sanguíneos visibles (el subtipo más común).
  • Subtipo 2 (rosácea papulopustulosa): caracterizada por brotes y sensibilidad similares al acné (más común entre mujeres de mediana edad); junto con el enrojecimiento persistente, son frecuentes los bultos (pápulas) y/o las espinillas (pústulas).
  • Subtipo 3 (rosácea fimatosa): caracterizada por hinchazón, retención de líquidos (edema), engrosamiento de la piel (especialmente alrededor de la nariz o rinofima), enrojecimiento y varios síntomas de otros subtipos.
  • Subtipo 4 (rosácea ocular): caracterizado por rosácea alrededor de los ojos.

El médico puede diagnosticar la rosácea examinando la piel y ojos, además de hablar sobre historial médico, factores genéticos y factores de estilo de vida como dieta y niveles de estrés.

No todas las personas con rosácea tienen los mismos signos y síntomas notables presentes.

Existen diferentes tratamientos para la rosácea que funcionan mejor según el subtipo,

En el caso de que la rosácea afecte a los ojos, es posible que también se debe de acudir a un oculista (oftalmólogo), quien sabrá la mejor manera de tratar el área que rodea los ojos y cómo evitar que los problemas de visión empeoren.

Algunas de las formas en que los dermatólogos tratan comúnmente la rosácea incluyen:

  • Modificar la dieta para eliminar cualquier alergia, sensibilidad o irritantes intestinales comunes.
  • Usar medicamentos recetados ya sea de forma tópica sobre la piel o tomar pastillas y antibióticos recetados.
  • Tener cuidado de usar siempre protector solar, que ayuda a prevenir la irritación por la luz ultravioleta, el enrojecimiento y los brotes.
  • Recibir tratamientos para la piel, incluida la dermoabrasión, emolientes, terapia con láser u otras formas de terapia de luz (como electrocauterio).
  • Tomar medicamentos o gotas para los ojos cuando la rosácea se propaga a los párpados

Causas:

La rosácea es un tipo de inflamación de la piel del rostro.

Los expertos médicos todavía no conocen exactamente la serie de reacciones que causan el desarrollo de la rosácea, pero dado que parece ser provocada por niveles elevados de inflamación y un sistema inmunitario hiperactivo hasta cierto punto, seguir una dieta antiinflamatoria  (que incluya un protocolo de tipo autoinmune) ayuda a muchas personas a controlar la gravedad de sus síntomas.

¿Qué causa la inflamación?, la causa subyacente de la rosácea.

Es probable que varios factores contribuyan al desarrollo de la rosácea, entre ellos:

  • Problemas de los vasos sanguíneos en la piel.
  • Daño solar/radiación UV que produce cambios vasculares, la exposición a la radiación ultravioleta (UV) de la luz solar estimuló la producción del factor de crecimiento endotelial vascular, una sustancia que está relacionada con el desarrollo de vasos sanguíneos visibles (telangiectasia).
  • Inflamación, reacciones inflamatorias anormales dentro del tejido conectivo de la piel.
  • Demodex, un ácaro microscópico que es un habitante normal de la piel del rostro humano, cada vez hay más pruebas de que una sobreabundancia de Demodex puede desencadenar una respuesta inmunitaria en personas con rosácea, o que la inflamación puede ser causada por ciertas bacterias asociadas con la ácaros.
  • Reacciones y efectos secundarios a ciertos medicamentos.
  • Los subtipos de rosácea parecen tener un factor genético y pueden darse en familias.
  • Las personas de piel clara, sensible y ojos claros tienen más probabilidades de tener rosácea (incluidas aquellas con ascendencia del norte o del oeste de Europa). De hecho, algunos informes muestran que solo alrededor del 4% de los pacientes con rosácea son de ascendencia africana, latina o asiática, sin embargo, en países europeos como Suecia, alrededor del 10% de todos los adultos tienen rosácea.
  • Es más común en mujeres que en hombres (con algunos informes que muestran que tres veces más mujeres sufren de rosácea que hombres.

Un análisis de 2009 realizado por la Clínica de Dermatología para Pacientes Ambulatorios de la Facultad de Medicina de la Universidad Jagellónica de Cracovia encontró que los factores que más desencadenaron los cambios en la piel de la rosácea fueron: estrés (58%), exposición al sol (56,5%), alcohol (33,3%), ejercicio (29%), tomar café (21,7%) y comidas calientes (20,3%).

Tratamiento natural de la rosácea

1. Identificar cualquier desencadenante en la dieta

Dado que la rosácea ya hace que la piel sea sensible, muchas personas descubren que el simple hecho de abordar los síntomas evidentes, por ejemplo, mediante el uso de cremas químicas fuertes, recetas, terapia de luz y varias lociones, en realidad empeora los síntomas de la piel. Para algunas personas, estos tratamientos para la rosácea pueden reducir los signos y síntomas, al menos temporalmente, pero no abordan la raíz del problema.

Muchos expertos recomiendan pensar en la rosácea como un problema de todo el cuerpo en lugar de solo uno de la piel.

La inflamación derivada de problemas relacionados con el intestino parece ser un problema especialmente importante y la causa principal de los trastornos de la piel. Tu piel es un reflejo de tu salud en general, después de todo: qué tan bien digieres los nutrientes, si tienes sensibilidades o alergias, qué tan bien equilibrados están tus niveles hormonales, si duermes lo suficiente, etc.

Muchos estudios han encontrado una asociación entre los trastornos de la piel, incluidos la rosácea, el acné, la dermatitis y la psoriasis, y los trastornos inflamatorios del intestino.

Un sistema inmunitario hiperactivo que causa reacciones autoinmunes es probablemente un factor importante que contribuye a los trastornos digestivos y de la piel, incluido el síndrome de intestino permeable, colitis, SIBO, la enfermedad de Crohn y la enfermedad celíaca.

Las personas que padecen estos trastornos muestran niveles elevados de neuronas inmunorreactivas dentro de sus tejidos y vasos sanguíneos que hacen que progrese la inflamación. Esta inflamación tiene el poder de cambiar la estructura de las poblaciones microbianas (bacterias) que normalmente colonizan la piel y la protegen del daño, el enrojecimiento y las erupciones.

Dado que la inflamación que aparece en la piel puede ser una pista de que se  está experimentando una inflamación en el intestino, identificar los desencadenantes alimentarios es un primer paso importante. Es probable que la mejor manera de abordar la raíz de la rosácea sea enfocar su dieta de manera diferente; centrarse en los alimentos antiinflamatorios y eliminar los alérgenos comunes (al menos temporalmente para rastrear las reacciones) puede tener un gran impacto en los trastornos de la piel al afectar positivamente la salud intestinal y de esta manera eliminar la levadura y bacterias que nos causan dicha inflamación.

Los mejores alimentos para curar la rosácea incluyen:

  • Verduras y frutas orgánicas  : contienen compuestos antiinflamatorios, antioxidantes para reducir el estrés oxidativo y el daño solar, y vitaminas y minerales que ayudan a reconstruir las células sanas de la piel. Las verduras de hoja verde y las frutas y verduras anaranjada y amarillas son especialmente beneficiosas, ya que proporcionan carotenoides que combaten el daño causado por la exposición al sol.
  • Grasas saludables : el aceite de coco, oliva, el aguacate, las nueces y las semillas (como las semillas de lino y las semillas de chía) pueden ayudar a reducir la inflamación sistémica en el intestino.
  • Proteínas de alta calidad : el sistema inmunitario necesita suficiente proteína de calidad para funcionar correctamente, pero es más probable que algunos tipos desencadenen reacciones que otros. El pescado blanco, el salmón por su beneficioso omega 3 antiinflamatorio, los huevos orgánicos (a menos que se presente alergia a este), los productos animal de libre pastoreo y las legumbres son buenas opciones.
  • Hierbas y alimentos antiinflamatorios : la  cúrcuma, el jengibre, el ajo, las cebollas, las verduras crucíferas (como el brócoli, la col rizada, etc.), las zanahorias, los tomates y el té verde, pueden ayudar a combatir específicamente la inflamación de la piel.

Los alimentos a evitar:

  • Cualquier cosa que cause alergias : si tiene alergias alimentarias o sensibilidades que pasan desapercibidas, esto puede contribuir al síndrome de intestino permeable, que desencadena reacciones autoinmunes. Los alérgenos pueden ser diferentes de persona a persona, por lo que se debe elegir una dieta de eliminación para ayudar a saber que es lo que está causando el problema de forma individual y personalizada.
  • Algunos alérgenos comunes incluyen: gluten, nueces, mariscos, productos lácteos o huevos (pero las alergias en realidad pueden ser causadas por cualquier alimento como las solanáceas, un tipo de fruta de hueso, cítricos, FODMAP, etc.).
  • Alcohol y cafeína : el café, otras bebidas con cafeína y el alcohol parecen empeorar los síntomas de la rosácea en algunas personas, especialmente el enrojecimiento y el sofoco. Esto difiere de persona a persona, pero vale la pena ver si los síntomas mejoran cuando se  reduce ambos.
  • Azúcar y alimentos procesados: se sabe que el azúcar empeora la inflamación, aumenta el estrés oxidativo, irrita el revestimiento intestinal y agrava los trastornos de la piel. El azúcar agregada se encuentra en un alto porcentaje de alimentos procesados ​​y envasados, junto con edulcorantes e ingredientes artificiales, conservantes y estabilizadores de textura que pueden desencadenar reacciones alérgicas.
  • Lácteos: muchas personas descubren que eliminar los productos lácteos de vaca convencionales (incluidos el yogur, el queso, la leche, el helado, etc.) ayuda a disminuir los síntomas relacionados con la piel.
  • Alimentos fritos, grasas trans y aceites hidrogenados  : los aceites vegetales refinados con alto contenido de omega 6 son proinflamatorios. Estos incluyen aceites de maíz, soya, cártamo, girasol y canola. Los alimentos fritos también son perjudiciales para el sistema digestivo y pueden agravar el daño intestinal.

2.  Utilizar protector solar todos los días

Cualquier persona con síntomas de tipo rosácea, o cualquier forma de enrojecimiento regular en la piel, debe tener cuidado con el uso regular de protector solar  en áreas sensibles de la piel (especialmente la cara). La luz ultravioleta parece agravar los síntomas de la rosácea y puede causar una inflamación relacionada con su aparición.

3. Usar humectantes naturales y productos cosméticos

Las evaluaciones clínicas que observan la barrera de la piel y los niveles de hidratación indican que la hidratación de la piel propensa a la rosácea puede ayudar a restaurar la barrera de la piel. Cuando los pacientes limpiaron e hidrataron regularmente la piel seca, áspera y con parches, notaron que los síntomas notables, la incomodidad y la sensibilidad general de la piel mejoraron.

4. Manejar los niveles de estrés

Aparte de todos los síntomas físicos que puede causar la rosácea, muchas personas también se sienten desafiadas mental y emocionalmente por esta afección de la piel. Un alto porcentaje de personas que padecen rosácea informan sentirse menos seguros debido a su apariencia.

5. Hablar con el médico sobre las opciones de medicamentos

Algunos medicamentos no “curan” la rosácea y solo se usan para controlar los síntomas.

La rosácea es ante todo una afección inflamatoria, pero no es causada por ciertas cepas, bacterias o virus, por lo que, si bien los antibióticos son los tratamientos recetados más populares, realmente funcionan para ayudar a reducir la gravedad de la hinchazón, los bultos y las inflamación.

Los tratamientos para la rosácea de la piel suelen contener el ingrediente activo llamado ácido azelaico o el antibiótico metronidazol. Las tetraciclinas y los antibióticos metronidazol (incluidos los nombres de marca MetroGel, Metro-Cream, Galderma) han sido los medicamentos de referencia durante años junto con las cremas azlaicas que incluyen Azelex, Allergan, Clindamycin, eritromicina y sulfacetamida; a veces también se prescriben azufres. Pero ahora están surgiendo nuevas opciones terapéuticas, incluidos los antagonistas de los receptores de vitamina D.

La forma activa de vitamina D (1,25-Dihidroxivitamina D3) es un regulador natural del péptido antimicrobiano en nuestra piel llamado catelicidina. Si bien todavía tenemos mucho más que aprender sobre el papel de la catelicidina en los trastornos de la piel, sabemos que los niveles anormales están relacionados con la cicatrización de heridas y enfermedades de la piel, como la psoriasis, la rosácea y la dermatitis atópica.

En el caso de la rosácea, algunas investigaciones iniciales muestran que los pacientes pueden tener niveles elevados de catelicidina en la piel, por lo que los medicamentos antagonistas que bloquean la producción de catelicidina podrían ayudar a reducir los síntomas y la reactividad.

6. Suplementos y aceites esenciales que pueden ayudar a la rosácea

  • Cúrcuma
  • Jengibre
  • Aloe vera en gel (utilizado tópicamente en la piel)
  • Miel cruda (utilizada tópicamente en la piel)
  • Aceites esenciales, Se ha descubierto que los aceites esenciales de árbol de té, lavanda, eucalipto, geranio, manzanilla, rosa, romero y tomillo combaten la inflamación de la piel y ayudan a tratar la piel sensible. Para tratar el área, simplemente se debe frotar tres gotas de aceite tres veces al día mezcladas con 1/2 cucharadita de aceite de coco. Siempre combínelos con un aceite portador (incluido el aceite de coco o de jojoba).