Síndrome de Sjögren: cuando el cuerpo pide equilibrio desde adentro
Una mirada funcional para sanar desde la raíz
Sequedad, fatiga, molestias que no se ven pero que se sienten todos los días… el síndrome de Sjögren puede parecer invisible a los ojos de los demás, pero tiene un gran impacto en la calidad de vida. Desde la medicina funcional, no solo buscamos aliviar los síntomas, sino comprender qué llevó al cuerpo a reaccionar contra sí mismo y cómo podemos acompañarlo hacia una verdadera sanación.
¿Qué es el síndrome de Sjögren?
Es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca por error las glándulas que producen lágrimas y saliva, provocando sequedad ocular y bucal, además de otros síntomas como:
- Fatiga extrema
- Dolor articular
- Dificultad para tragar
- Ronquera o tos seca crónica
- Sensibilidad a la luz
- Problemas digestivos o inflamación intestinal
- Afectación en otros órganos (en casos más avanzados)
Aunque puede aparecer solo (Sjögren primario), muchas veces se asocia a otras enfermedades autoinmunes como lupus o artritis reumatoide.
La medicina funcional: una lupa sobre el origen
A diferencia de la visión tradicional, que suele centrarse en el control de síntomas con medicamentos inmunosupresores, la medicina funcional busca entender el "por qué" y no solo el "qué".
Nos preguntamos:
- ¿Qué factores dispararon esta respuesta autoinmune?
- ¿Qué procesos están perpetuando la inflamación?
- ¿Cómo está el intestino, la microbiota, el hígado, el sueño?
- ¿Qué emociones o situaciones de estrés crónico han estado presentes?
Sabemos que las enfermedades autoinmunes no ocurren de un día para otro. Son el resultado de un terreno alterado durante años, que podemos empezar a regenerar con intervenciones profundas y personalizadas.
5 pilares funcionales para el abordaje del síndrome de Sjögren
1. Nutrición antiinflamatoria personalizada
Una alimentación terapéutica es clave para reducir la inflamación sistémica y modular el sistema inmune. Se recomienda:
- Eliminar: gluten, lácteos, azúcar, alcohol, soya, ultraprocesados y alimentos que irritan las mucosas.
- Incluir: alimentos reales, ricos en antioxidantes y nutrientes (verduras, grasas buenas, cúrcuma, jengibre, frutos rojos, pescado salvaje, semillas de chía y linaza).
- A veces se indica una dieta tipo autoinmune (AIP) como primer paso.
Tip funcional: La hidratación también importa. Agua con electrolitos naturales, caldos de hueso y alimentos con alto contenido en agua pueden ayudar a aliviar la sequedad.
2. Reparar el intestino: el eje inmunológico central
El 70% del sistema inmunológico vive en el intestino. La disbiosis (desequilibrio de la microbiota) y el aumento de permeabilidad intestinal ("leaky gut") pueden ser factores clave en el desarrollo del Sjögren.
Intervenciones funcionales incluyen:
- Probióticos y prebióticos individualizados
- Suplementos como glutamina, zinc carnosina y omega-3
- Dieta rica en fibra y fermentos naturales (si son bien tolerados)
3. Reducción de estrés y conexión mente-cuerpo
El estrés sostenido debilita el sistema inmune, altera el eje intestino-cerebro y agota las glándulas suprarrenales. En el caso del Sjögren, muchas personas reportan que los brotes aparecen en momentos de alta carga emocional o fatiga crónica.
Estrategias útiles:
- Respiración consciente, yoga, meditación
- Terapia somática o de liberación emocional
- Rutinas que incluyan descanso profundo y pausas diarias
4. Apoyo con suplementos funcionales (siempre personalizados)
Algunos nutrientes y plantas adaptógenas pueden ser aliados, dependiendo del caso clínico. Entre ellos:
- Omega-3 (EPA/DHA) – modula la inflamación
- Vitamina D – esencial para la regulación inmunológica
- N-acetilcisteína (NAC) – antioxidante y fluidificante
- Vitamina A, E y zinc – apoyan la salud de mucosas
- Ashwagandha, rodiola o reishi – si hay fatiga suprarrenal
5. Desintoxicación y carga tóxica
El cuerpo necesita un entorno limpio para autorregularse. Existen vínculos entre la carga tóxica (metales pesados, pesticidas, disrruptores endocrinos) y la aparición de enfermedades autoinmunes.
Pasos funcionales incluyen:
- Evaluar exposición a tóxicos (cosméticos, plásticos, pesticidas, metales dentales)
- Apoyar al hígado con alimentos como brócoli, cúrcuma, cardo mariano
- Evitar disruptores hormonales en el hogar
Sanar es reconectar con uno mismo
El síndrome de Sjögren puede ser un llamado del cuerpo a mirar adentro, a recuperar el equilibrio perdido, a cambiar la forma en que nos alimentamos, dormimos, sentimos y vivimos.
Desde la medicina funcional no prometemos una cura mágica, pero sí un camino de transformación que puede reducir los síntomas, devolver energía y calidad de vida, y recuperar la confianza en el cuerpo.
Porque el cuerpo no nos está castigando: nos está hablando. Y tenemos la oportunidad de escuchar.