6 R’s: Hablemos de un verdadero cambio en la salud
¿Cuántas personas ignoran las señales del cuerpo sobre un llamado a la salud? ¿Cuántas personas a un menor síntoma se automedican? ¿Cuántas personas deciden acostumbrarse a una mala alimentación, estrés y una vida sedentaria? Muchas preguntas más se podrían desarrollar cuando se trata de un desequilibrio, de una falta de consciencia hacia la prevención.
La medicina funcional urge con una visión de revertir el desarrollo de enfermedades crónico degenerativas, y dejar de lado el uso de medicamentos para disminuir síntomas, a una medicina enfocada en el paciente en la que se ataque de raíz un problema. Gracias al estudio de la epigenética, se ha observado que muchos de los problemas de salud que prevalecen se debe a la interacción de nuestros genes con nuestras decisiones en nuestro estilo de vida modificable y la exposición ambiental. Al entender estas interacciones es entonces cuando se cumple con la visión de la medicina funcional, en el que el tratamiento sea personalizado para cada paciente. Es importante mencionar que es un tipo de medicina preventivo, se busca concientizar a las personas a evitar llegar a un estado de enfermedad en el que no haya vuelta atrás.
En un tratamiento funcional se aplican las 5 R’s considerando que somos seres multidimensionales, y que cada dimensión se toma en cuenta dentro del tratamiento. Las 5 R’s se pueden aplicar una a una o combinadas, y en diferentes fases del tratamiento. Las 5 R’s son:
• Remover: En un tratamiento integral deben tomarse en cuenta diferentes estudios de sangre y coprológicos. Se debe obtener la mayor información posible para entender a qué nos enfrentamos. La finalidad es lograr eliminar los patógenos como bacterias, virus, hongos, parásitos, toxinas del intestino, metales pesados, radiaciones y frecuencias. Y muy importante, aquellos alimentos que pudieran causar alergia, sensibilidad o intolerancia. Cada tratamiento es individualizado, pero algunas formas de atacar estos patógenos es a través de desparasitantes, antifúngicos y en algunos casos antibióticos, que pudieran ser suplementos herbolarios que ayuden a limpiar, y para el caso de parásitos y levaduras de manera natural con aceite de coco o con un puño de semillas de calabaza. Disminuir o eliminar toda aquellos productos que pudieran afectarnos químicamente como cigarro, aluminio, pesticidas y hormonas en los alimentos. Para reducir el impacto electromagnético, se recomienda el cuarto libre de aparatos electrónicos, evitar dormir con nuestro celular cerca de nosotros, utilizar lámparas de sales o piedra volcánica, en las noches bañarse o meter los pies en agua tibia con sales de epsom o sal del Himalaya y algún aceite esencial; pero sobre todo “hacer tierra” conectar con la naturaleza, pasar más tiempo e ella, e incluso estar descalzo en madera viva o en el pasto.
• Reemplazar: Por los patógenos mencionados nuestras enzimas digestivas se disminuyen, así como el ácido clorhídrico, y otros factores que afectan el ambiente gastrointestinal. Por ello, es importante sustituirlo. Se utilizan suplementos que contienen enzimas digestivas y betaína que favorece la producción del ácido clorhídrico para mejorar la digestión.
• Reinocular: A través de probióticos y prebióticos reintroducimos microorganismos benéficos para nuestra salud intestinal. Una microbiota en simbiosis favorecemos a la función metabólica, la función de barrera, la función de defensa y la función de mantenimiento.
• Reparar: A través de un apoyo nutricional se ayuda a regenerar y sanar la mucosa intestinal. No sólo deben utilizarse suplementos que favorecen la reparación intestinal, como la glutamina, el butirato, entre otros, sino que el proceso de quelación también es importante importante para reparar el sistema de desintoxicación, lo cual puede realizarse con alimentos altos en azufre como la chlorella, espirulina, morronga, cilantro, algas, entre otros.
• Rebalancear. Aprender técnicas que permitan relajarse y tener un descanso reparador. Se debe aprender a equilibrar el yo, con la espiritualidad, con el sentido de comunidad (familia, relaciones, amistades, etc.) y el realizar actividades que nos apasionen, tener un trabajo que nos llene, aprender a estar en la incomodidad. Aprender a vivir con atención plena, estando presente en cada una de las actividades que realizamos. Honrar a nuestro cuerpo es de gran importancia, amarlo y respetarlo, siempre pensar en la prioridad que es la salud y el bienestar.
En el Instituto de Salud Funcional Mente-Cuerpo sumamos una R más, que creemos es fundamental:
• RENOVAR-TE: crear tu propio proyecto de vida, llevarlo a cabo desde la autenticidad y rompiendo patrones que sabotean nuestro camino.
Estas R’s son una parte importante del Mándala de la Salud Funcional el cual representa nuestro estilo de vida, nuestros sistemas y nuestra integridad a partir de las 6R’s. Somos mente y cuerpo, y nuestra salud está en nuestras manos. Hoy podemos decidir vivir y envejecer con calidad.