ÁCIDO MÁLICO

ÁCIDO MÁLICO

Seguramente estás leyendo ácido málico imaginándote lo peor. Te tengo buenas noticias, es un compuesto orgánico que se encuentra en algunas frutas y verduras, y que también se produce en el cuerpo humano. Se encontró por primera vez en 1785 por el farmacéutico sueco Carl Wilhelm Scheele en las manzanas, principal alimento que lo contiene. Está presente también en el vino, y cuando es más ácido, probablemente se deba a este ácido. Málico proviene del latín “malum” que significa manzana. Puede encontrarse de manera natural, como mencionamos anteriormente, o de manera sintética.

Algunos de los beneficios del ácido mágico son:

+ Puede ayudar a potenciar los niveles de energía, ya que juega un importante rol en el ciclo de Krebs para la producción de ATP.

+ Puede beneficiar en el tratamiento de fibromialgia y fatiga crónica de la mano con magnesio. Por ejemplo, el malato de magnesio, ya que el malato es una forma de ácido málico. Sobre todo que en la fatiga crónica, la fatiga es extrema y uno de los síntomas de la fibromialgia es la fatiga, tiene mucho sentido el uso de este ácido por sus beneficios en la producción de energía ATP.

+ Puede ayudar a tener un mejor desempeño al realizar una actividad física, evitando la fatiga muscular post-ejercicio. Se recomienda en conjunto con creatinina para incrementar la masa muscular.

+ Este ácido se utiliza en productos de cuidado de la piel ya que tiene propiedades antioxidantes y exfoliantes. Se utiliza para prevenir líneas de expresión y arrugas, acné, y a disminuir el tamaño de los poros, entre otros usos. Suele encontrarse como ácido alfa hidroxi.

+ Puede ayudar a mejorar la salud oral, estimulando la producción de saliva y prevenir el sobrecrecimiento bacteriano.

+ Puede potenciar la absorción del hierro.

El ácido málico tiene un sabor agrio, y es por ello que se utiliza incluso en algunos dulces y en algunos otros alimentos procesados para modificar su sabor o utilizado como preservativo. Es ligeramente más ácido que al ácido cítrico. Al igual que el ácido cítrico, el ácido málico obtenido de manera natural tiene grandes beneficios y se considera seguro su uso. Sin embargo, de manera sintética en cosméticos o como aditivo alimentario sí puede tener efectos secundarios, entre ellos, irritación de la boca, dolor estomacal, diarrea, nauseas, reacciones alérgicas o dolor de cabeza. En el caso de productos de belleza puede provocar irritaciones en la piel o en el área de los ojos. Por otro lado, puede disminuir la presión sanguínea, por lo que no se recomienda en personas que la tengan baja o en el embarazo y lactancia.

Algunas fuentes en las que puedes encontrarlo son:

+ FRUTAS: manzanas (principalmente), cerezas, uvas, zarzamoras, mango, nectarinas, fresas, naranjas y limones.

+ VEGETALES: tomates, brocoli, zanahorias, chícharos, papas, ruibarbo.

+ VINOS Y VINAGRES: derivados de manzanas

Actualmente no existe una dosis estándar establecida y se debe de tomar bajo supervisión médica en caso de querer consumir un suplemento. Se recomienda diluido en agua ya que en si solo puede causar irritación de la boca.