Alergias: Cuando el cuerpo grita más fuerte de lo que puede hablar

Alergias: Cuando el cuerpo grita más fuerte de lo que puede hablar

Una mirada funcional para sanar desde la raíz

¿Alguna vez te ha pasado que tu cuerpo reacciona de forma intensa a algo tan común como el polen, un alimento, o incluso el polvo? Estornudos, piel irritada, congestión, comezón en los ojos, inflamación o problemas digestivos... Las alergias pueden llegar sin aviso y quedarse como un visitante incómodo que no se quiere ir.

La medicina funcional no solo busca aliviar los síntomas con antihistamínicos. Busca entender qué está pasando dentro del cuerpo para que el sistema inmune reaccione de forma exagerada. Y, sobre todo, cómo podemos ayudarlo a volver al equilibrio.

¿Qué es una alergia?

Una alergia es una reacción excesiva del sistema inmunológico ante sustancias que en realidad no deberían representar una amenaza (como el polen, ciertos alimentos, caspa de animales, moho, etc.). El cuerpo las percibe como “enemigos” y lanza una respuesta inflamatoria que termina provocando los síntomas que conocemos.

Pero la gran pregunta es:
¿Por qué mi sistema inmune está reaccionando así?

¿Qué ve la medicina funcional?

La medicina funcional no solo trata el síntoma, sino que pregunta:

  • ¿Qué está alterando la función del sistema inmune?
  • ¿Cómo está mi barrera intestinal?
  • ¿Qué tan inflamado está mi cuerpo?
  • ¿Estoy expuesto constantemente a químicos, toxinas o alimentos que me irritan?
  • ¿Cómo está mi estrés emocional?

Muchas veces, las alergias son una señal de que hay un desequilibrio más profundo, que puede incluir:

  • Disbiosis intestinal (flora intestinal alterada)
  • Intestino permeable
  • Inflamación crónica de bajo grado
  • Exposición a metales pesados, moho o pesticidas
  • Deficiencias nutricionales (zinc, vitamina D, omega-3)
  • Carga tóxica acumulada
  • Estrés crónico

El intestino: la base del sistema inmune

Casi el 70% del sistema inmune está en el intestino. Si hay disbiosis (desequilibrio de bacterias) o permeabilidad intestinal, el sistema inmune puede activarse constantemente, generando reacciones alérgicas y sensibilidad a alimentos que antes tolerábamos.

Un intestino inflamado = un sistema inmune en alerta constante.

Alimentación: tu mejor medicina (o tu peor inflamador)

Muchas alergias respiratorias o cutáneas se relacionan con alimentos que generan inflamación, aunque no sean alérgenos en sí. En el enfoque funcional, trabajamos una alimentación que desinflame, regenere el intestino y calme al sistema inmune.

Alimentos que suelen empeorar las alergias:

  • Gluten
  • Lácteos
  • Azúcar
  • Soya
  • Alcohol
  • Aditivos, colorantes y ultraprocesados

Alimentos que ayudan a calmar:

  • Verduras verdes
  • Cúrcuma
  • Jengibre
  • Omega-3 (sardinas, salmón salvaje, linaza)
  • Fermentados (kéfir, chucrut)
  • Caldo de huesos
  • Frutas ricas en vitamina C (guayaba, kiwi, fresas, pimiento)

Además, puede ser útil hacer una dieta de eliminación guiada para descubrir intolerancias ocultas.

Estrés: un gran disparador

El estrés no solo se siente en la mente. Afecta directamente al sistema inmune y a la barrera intestinal. Por eso, muchas personas notan que sus alergias empeoran en etapas de mucho estrés emocional o falta de sueño.

Recomendaciones funcionales:

  • Meditación o respiración consciente (5-10 minutos diarios)
  • Actividad física regular
  • Dormir al menos 7-8 horas
  • Tiempo al aire libre (si no hay alergias estacionales activas)

Suplementos funcionales que pueden ayudar (según cada caso):

  • Vitamina D3: modula el sistema inmune
  • Omega-3 (EPA/DHA): reduce inflamación
  • Zinc: refuerza defensas
  • Quercetina y bromelina: antihistamínicos naturales
  • Probióticos específicos: ayudan a regenerar el intestino
  • Glutamina: repara el intestino permeable

Siempre deben ser recetados y supervisados por un profesional funcional, ya que no todos aplican en todos los casos.

Más allá del síntoma: volver al equilibrio

Las alergias no son simplemente una molestia. Son una forma en la que el cuerpo nos habla. Nos dicen que hay algo a lo que necesita prestar atención: un sistema sobrecargado, un intestino inflamado, un cuerpo que pide ayuda.

El enfoque funcional no busca apagar la alarma. Busca descubrir el incendio que la está provocando.

¿Y si tu alergia fuera una invitación?

Una invitación a escuchar tu cuerpo, a nutrir tu sistema inmune con amor y conciencia.
A entender que sanar no es suprimir, sino equilibrar y comprender.