Cálculos Renales: Qué son, síntomas, prevención y tratamiento

Cálculos Renales: Qué son, síntomas, prevención y tratamiento

Los cálculos renales, también conocidos como piedras en los riñones, son una condición común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Estas pequeñas y duras masas se forman en los riñones cuando ciertas sustancias en la orina, como el calcio, el ácido úrico o el oxalato, se concentran en exceso. Aunque pueden ser extremadamente dolorosos, la buena noticia es que la mayoría de los cálculos renales pueden tratarse y, mejor aún, prevenirse. En este blog, exploraremos todo lo que necesitas saber sobre los cálculos renales.

¿Qué son los cálculos renales?

Los cálculos renales son depósitos sólidos que se forman en los riñones a partir de minerales y sales presentes en la orina. Pueden variar en tamaño, desde granos de arena hasta piedras más grandes que pueden obstruir el tracto urinario. Dependiendo de su composición, los cálculos pueden ser de calcio, ácido úrico, estruvita o cistina.

Síntomas de los cálculos renales

No todos los cálculos renales causan síntomas, especialmente si son pequeños. Sin embargo, cuando un cálculo se mueve o bloquea el flujo de orina, pueden presentarse los siguientes síntomas:

  1. Dolor intenso: El síntoma más común es un dolor agudo en la espalda baja, el costado o la ingle. Este dolor puede ser intermitente y varía en intensidad.
  2. Sangre en la orina: La orina puede verse rosada, roja o marrón debido a la presencia de sangre.
  3. Micción frecuente o dolorosa: Puedes sentir la necesidad de orinar con más frecuencia o experimentar dolor al hacerlo.
  4. Náuseas y vómitos: El dolor intenso puede provocar malestar estomacal.
  5. Fiebre y escalofríos: Si hay una infección asociada, pueden presentarse estos síntomas.

Causas y factores de riesgo

Los cálculos renales pueden formarse debido a una combinación de factores, que incluyen:

  • Dieta alta en sodio o proteínas: El exceso de sal o proteínas puede favorecer la formación de cálculos.
  • Deshidratación: No beber suficiente agua aumenta la concentración de minerales en la orina.
  • Antecedentes familiares: La genética juega un papel importante.
  • Obesidad: El sobrepeso aumenta el riesgo de desarrollar cálculos.
  • Ciertas condiciones médicas: Enfermedades como la gota, la diabetes o la hipertensión pueden contribuir.
  • Infecciones urinarias recurrentes: Pueden favorecer la formación de cálculos de estruvita.

Prevención de los cálculos renales

La prevención es clave para evitar la formación de cálculos renales. Aquí tienes algunos consejos prácticos:

  1. Mantente hidratado: Bebe al menos 2-3 litros de agua al día. El agua diluye las sustancias que forman los cálculos.
  2. Modera el consumo de sal: Reduce la ingesta de sodio para evitar la acumulación de calcio en la orina.
  3. Limita los alimentos ricos en oxalato: Si tienes tendencia a formar cálculos de oxalato, evita alimentos como las espinacas, el chocolate y los frutos secos.
  4. Consume suficiente calcio: Contrario a lo que se piensa, una dieta baja en calcio puede aumentar el riesgo de cálculos. Opta por fuentes saludables como lácteos bajos en grasa.
  5. Evita el exceso de proteínas animales: Las dietas altas en carne roja pueden aumentar el ácido úrico.
  6. Mantén un peso saludable: El ejercicio y una dieta equilibrada son fundamentales.

Tratamiento de los cálculos renales

El tratamiento depende del tamaño y la ubicación del cálculo, así como de los síntomas que presentes. Las opciones incluyen:

  1. Tratamiento conservador: Para cálculos pequeños, beber mucha agua y tomar analgésicos puede ayudar a expulsarlos naturalmente.
  2. Medicamentos: Algunos fármacos pueden relajar los músculos del uréter y facilitar la expulsión del cálculo.
  3. Litotricia por ondas de choque: Este procedimiento utiliza ondas sonoras para romper los cálculos en fragmentos más pequeños.
  4. Cirugía: En casos de cálculos grandes o complicados, puede ser necesaria una cirugía mínimamente invasiva, como la ureteroscopia o la nefrolitotomía percutánea.

¿Cuándo debes consultar a un nefrólogo?

Si experimentas dolor intenso, sangre en la orina o síntomas de infección, es importante buscar atención médica inmediata. Un nefrólogo puede evaluar tu caso, realizar estudios como ecografías o tomografías, y recomendarte el mejor tratamiento.