Dengue: Prevención y recuperación desde la medicina funcional

El dengue es una infección viral transmitida por mosquitos Aedes aegypti, que afecta a millones de personas en regiones tropicales y subtropicales cada año. Aunque en la mayoría de los casos es autolimitado, puede evolucionar a formas graves con complicaciones serias.
Desde la medicina funcional, además de conocer la infección y sus síntomas, es fundamental entender cómo fortalecer el cuerpo para prevenir la infección, apoyar la recuperación y reducir la inflamación y el daño celular.
¿Qué es el dengue?
El dengue es causado por un virus que ingresa al organismo a través de la picadura de un mosquito infectado. Los síntomas suelen aparecer entre 4 y 10 días después de la picadura e incluyen:
- Fiebre alta repentina
- Dolores intensos de cabeza, músculos y articulaciones
- Dolor detrás de los ojos
- Erupciones en la piel
- Náuseas y vómitos
- Sangrados leves (encías, nariz)
En casos graves, el dengue puede causar hemorragias, shock y falla orgánica, siendo una emergencia médica.
Prevención funcional: fortalece tu cuerpo y tu entorno
1. Elimina criaderos y protege tu casa
- Vacía y limpia recipientes con agua estancada donde los mosquitos puedan reproducirse.
- Usa mosquiteros, repelentes naturales (aceite de citronela, neem) y ropa que cubra la piel.
2. Fortalece tu sistema inmune
- Consume alimentos ricos en vitamina C, zinc y antioxidantes (cítricos, bayas, verduras verdes).
- Mantén una hidratación adecuada para apoyar la función renal y linfática.
- Duerme bien y maneja el estrés, pues el cortisol elevado debilita la inmunidad.
3. Cuida tu microbiota
Un intestino sano favorece una mejor respuesta inmune. Incluye probióticos naturales (yogur natural, kéfir, chucrut) y fibra prebiotica (verduras, legumbres).
Apoyo funcional durante la infección
Hidratación constante
La deshidratación es un riesgo principal en dengue. Además de agua natural, líquidos con electrolitos naturales (agua de coco, infusiones con un poco de sal y miel) ayudan a mantener el equilibrio.
Alimentación ligera y nutritiva
Cuando el apetito disminuye, opta por caldos nutritivos, frutas suaves y verduras cocidas. Evita alimentos procesados o pesados que aumenten la inflamación.
Control de la inflamación
Plantas antiinflamatorias naturales como el jengibre, cúrcuma y té verde pueden apoyar la reducción del dolor y la inflamación, siempre con supervisión médica.
Recuperación y prevención de secuelas
- Continua con una dieta antiinflamatoria y rica en antioxidantes para reparar tejidos y fortalecer el sistema inmunológico.
- Realiza actividad física suave cuando te sientas recuperado para mejorar la circulación y función respiratoria.
- Controla y monitorea cualquier síntoma persistente o aparición de nuevas molestias.
Consulta siempre a un profesional
El dengue puede complicarse rápidamente. Ante síntomas graves o prolongados, acude a un médico para evaluación y tratamiento oportuno.
Conclusión
El dengue es una enfermedad viral que requiere prevención activa y un apoyo integral para una recuperación óptima. La medicina funcional nos invita a cuidar no solo la infección, sino nuestro sistema inmune, nutrición, hidratación y ambiente, para vivir con más salud y menor riesgo.