Dislexia
La dislexia es una discapacidad del aprendizaje que dificulta la lectura y las tareas relacionadas con el lenguaje. Ocurre debido a interrupciones en la forma en que el cerebro procesa la escritura para poder comprenderla. La mayoría de las personas aprenden que tienen dislexia durante la niñez y, por lo general, es un problema que dura toda la vida. Esta forma de dislexia también se conoce como "dislexia del desarrollo".
La dislexia cae bajo el paraguas de "trastorno específico del aprendizaje". Ese trastorno tiene tres subtipos principales:
- Lectura (dislexia).
- Escritura (disgrafía).
- Matemáticas (discalculia).
- Cómo afecta la dislexia a la comprensión del lenguaje
La lectura comienza con el lenguaje hablado. En la primera infancia, el habla comienza emitiendo sonidos simples. A medida que aprende más sonidos, también aprende a utilizarlos para formar palabras, frases y oraciones. Aprender a leer implica conectar sonidos con diferentes símbolos escritos (letras).
Aquí es donde la dislexia entra en escena. Interfiere con la forma en que su cerebro usa el lenguaje hablado para "decodificar" la escritura. El cerebro tiene problemas para procesar lo que lee, especialmente para dividir las palabras en sonidos o relacionar letras con sonidos cuando lee.
Esa ralentización en el procesamiento puede afectar a todo lo que sigue. Eso incluye:
- Lectura lenta porque tiene problemas para procesar y comprender palabras.
- Dificultades con la escritura y la ortografía.
- Problemas con la forma de almacenar palabras y sus significados en la memoria.
- Problemas para formar oraciones para comunicar ideas más complejas.
¿Qué tan común es la dislexia?
La dislexia es poco común en general, pero lo suficientemente extendida como para ser bien conocida. Los expertos estiman que afecta aproximadamente al 7% de las personas en todo el mundo. Afecta a las personas por igual independientemente de su sexo y raza.
Sin embargo, muchas personas presentan síntomas que no son lo suficientemente graves como para realizar un diagnóstico. Incluyendo a las personas con síntomas pero sin diagnóstico, la dislexia puede afectar hasta al 20% de las personas en todo el mundo.
¿Qué causa la dislexia?
La causa exacta de la dislexia no está clara. Sin embargo, varias pistas dan pistas sobre cómo y por qué ocurren la mayoría de los casos.
- Genética. La dislexia es altamente genética y es hereditaria. Un niño con uno de los padres con dislexia tiene entre un 30% y un 50% de posibilidades de heredarla. Las condiciones genéticas como el síndrome de Down también pueden aumentar la probabilidad de que ocurra la dislexia.
- Diferencias en el desarrollo y función del cerebro. Si tienes dislexia, eres neurodivergente. Eso significa que su cerebro se formó o funciona de manera diferente a lo esperado. Las investigaciones muestran que las personas con dislexia tienen diferencias en la estructura, función y química del cerebro.
- Alteraciones en el desarrollo y función del cerebro. Las infecciones, las exposiciones tóxicas y otros eventos pueden alterar el desarrollo fetal y aumentar las probabilidades de que se desarrolle dislexia en el futuro.
Factores de riesgo
Varios factores de riesgo pueden contribuir a que alguien desarrolle dislexia. Incluyen (pero no se limitan a):
- Exposiciones tóxicas. La contaminación del aire y del agua puede aumentar el riesgo de desarrollar dislexia. Esto es especialmente cierto con los metales pesados (como el plomo o el manganeso), la nicotina y ciertos químicos utilizados como retardantes de llama.
- Falta de acceso a material de lectura. El riesgo de desarrollar dislexia es mayor para los niños que crecen en hogares donde no se fomenta la lectura o donde hay menos material de lectura disponible.
- Limitaciones del entorno de aprendizaje. Los niños con menos apoyo al aprendizaje en la escuela o en entornos similares tienen más probabilidades de desarrollar dislexia.
¿Cuáles son los signos y síntomas de la dislexia?
A medida que un niño crece, la dislexia a menudo puede presentar los siguientes síntomas:
- Dificultad para escribir palabras sencillas.
- Problemas para aprender los nombres de las letras.
- Problemas para diferenciar letras con formas similares, como “d” y “b” o “p” y “q”.
- Problemas para rimar.
- Reticencia a leer en voz alta en clase.
- Problemas para pronunciar palabras nuevas.
- Problemas para asociar sonidos con letras o partes de palabras.
- Problemas para aprender cómo suena ir juntos.
- Mezclar la posición de los sonidos en una palabra.
Tener uno de los anteriores no significa que una persona tenga dislexia, pero si tiene problemas para aprender las habilidades básicas de lectura, entonces la detección y las pruebas de dislexia son una buena manera de ver si necesita ayuda especializada.
La dislexia también tiene niveles de gravedad:
- Leve: Las dificultades existen, pero puede compensarlas o solucionarlas con las adaptaciones o el apoyo adecuados.
- Moderado: Las dificultades son lo suficientemente importantes como para necesitar instrucciones y ayuda especializadas. También es posible que necesite intervenciones o adaptaciones específicas.
- Grave: Las dificultades son tan pronunciadas que continúan siendo un problema incluso con intervenciones especializadas, adaptaciones y otras formas de tratamiento.
¿Cómo se diagnostica la dislexia?
Aunque la dislexia se debe a diferencias en el cerebro, ningún análisis de sangre ni exámenes de laboratorio pueden detectarla. En cambio, una evaluación y prueba cuidadosas de los signos comunes identifican a alguien con este problema de lectura.
Las pruebas de dislexia deben considerar:
- Decodificar (leer palabras desconocidas pronunciándolas).
- Habilidades del lenguaje oral.
- Fluidez lectora y comprensión lectora.
- Ortografía.
- Vocabulario.
- Reconocimiento de palabras.
¿Qué opciones de tratamiento existen para la dislexia?
Actualmente, ningún medicamento trata la dislexia. En cambio, las intervenciones educativas pueden enseñar nuevas formas efectivas de aprender y leer.
Los niños con dislexia pueden trabajar con un especialista capacitado para aprender nuevas habilidades de lectura. A veces, ralentizar una lección le da a un niño con dislexia más tiempo para cubrir los temas. Trabaje con la escuela de su hijo para garantizar que reciba la educación que merece.