Obesogénicos
Exposición obesogénica: Los 7 obesógenos que te harán ganar peso
Cada que le pregunto a algún paciente ¿Qué es lo que deberías hacer para tener una mejor salud? La respuesta más común es “Hacer ejercicio y dejar de comer en la calle” no es que estemos descubriendo el hilo negro, la gente sabe qué es lo que está haciendo mal respecto a su peso, lo que quizás no sabemos es que existen unas sustancias químicas artificiales en productos de consumo diario que también afectan al aumento de peso, estas sustancias se llaman obesógenos.
Los obesógenos son sustancias químicas artificiales que se encuentran en varios recipientes de alimentos, utensilios de cocina y plásticos, y están involucrados en el aumento de peso, aspectos de acción hormonal y problemas de fertilidad.
No queremos dar a entender que lo obesógenos sean los que causen la obesidad, sin embargo, incrementan la sensibilidad para aumentar de peso, y más si están expuestos a químicos durante su desarrollo. Lo que hacen es que cambian la forma en que nuestro cuerpo regula la sensación de hambre y saciedad, también pueden aumentar los efectos de las dietas altas en grasas y azúcares.
Obesógenos más comunes y sus peligros
1. Ftalatos
Los ftalatos o ésteres de anhídrido ftálico son un grupo de compuestos químicos principalmente empleados como plastificadores. Uno de sus usos más comunes es la conversión del poli de un plástico duro a otro flexible. Se usan en productos cosméticos y alimenticios, incluidos juguetes para niños, envases de alimentos, protectores solares, detergentes y más. Se cree que más del 75 por ciento de la población de EE. UU. Tiene niveles detectables de varios metabolitos de ftalatos.
Más allá de su efecto sobre el aumento de peso, la exposición a los ftalatos también se ha relacionado con trastornos reproductivos, incluido el daño del ADN en los espermatozoides, la toxicidad testicular y los hitos puberales retrasados.
2. Bisfenol A (BPA)
El bisfenol A, usualmente abreviado como BPA, es un compuesto orgánico con dos grupos funcionales fenol. Es un bloque difuncional de muchos importantes plásticos y aditivos plásticos. Por su capacidad de unirse a los receptores de estrógenos se le conoce como un potencial disruptor endocrino.
Los compuestos sintéticos están asociados con condiciones inflamatorias, infertilidad y deficiencia de vitamina D. Su exposición se ha relacionado con la obesidad y diabetes.
3. Bifenilos policlorados (PCB)
Los BPCs son un grupo de compuestos químicos orgánicos que pueden causar un sinnúmero de efectos adversos diferentes. No se conocen fuentes naturales de BPCs en el ambiente. Su uso fue prohibido en 1979 pero aún están presentes en el suelo, productos y agua potable.
Se ha demostrado que los PCB afectan el desarrollo de la obesidad, la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico, según una investigación publicada en Current Pharmaceutical Biotechnology.
4. Atrazina (ATZ)
La atrazina es el segundo herbicida más utilizado en el país. Se adhiere a los cultivos, el suelo y el agua superficial, y eventualmente termina en el suministro de agua a niveles inseguros.
Se le conoce como un disruptor endocrino que causa cambios hormonales y puede conducir a serios problemas de desarrollo, reproductivos, neurológicos e inmunológicos.
5. Tributilestaño (TBT)
El tributilestaño es un producto químico artificial que se usa en pinturas que se aplican a barcos, barcos y redes de pesca. Ha contaminado muchos lagos y aguas costeras, y es peligroso para una amplia gama de organismos marinos. Se ha demostrado que altera los procesos que son fundamentales para el metabolismo de las grasas.
6. Ácido perfluorooctanoico (PFOA)
El ácido perfluorooctanoico es un contaminante del agua potable que se sabe que es extremadamente resistente a los procesos de degradación ambiental, por lo que persiste indefinidamente.
Ha sido clasificado como "probablemente cancerígeno en humanos" por la Junta Asesora Científica de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. La exposición al contaminante obesogénico en los primeros años de vida se asocia con un mayor riesgo de obesidad infantil y un mayor índice de masa corporal.
7. Humo de cigarrillo
La exposición al humo del cigarrillo es la causa de muchos problemas de salud, incluida la obesidad. De hecho, uno de los vínculos más tempranos entre el desarrollo fetal humano y la obesidad surgió de estudios sobre la exposición al humo del cigarrillo en el útero.
Los bebés que nacen de madres fumadoras suelen tener un peso inferior al normal, pero tienden a "compensarlo" a medida que se desarrollan y crecen, aumentando de peso durante la infancia y la niñez.
Cómo minimizar la exposición obesógena
El momento más peligroso para la exposición al obesógeno es durante el desarrollo temprano, como feto y durante los primeros años de vida. Esto se debe a que a una edad temprana, los mecanismos de control de peso de su cuerpo aún se están desarrollando.
Algunas formas de minimizar la exposición son:
- Evite los alimentos almacenados en plástico.
- Utilice envases y botellas de vidrio.
- No cocine plásticos en el microondas.
- Haga sus propios productos de belleza y cuidado de la piel.
- Si compra cosméticos, use productos orgánicos y naturales.
- Cuando utilice productos de plástico, busque recipientes que no contengan BPA ni ftalatos.
- Utilice productos "sin fragancia".
- Elija utensilios de cocina de hierro fundido o acero inoxidable.
- No compre alfombras o muebles resistentes a las manchas o ignífugos.
- Utilice un filtro de agua, como carbón activado granular y sistemas de filtro de ósmosis inversa.
- Coma alimentos frescos (incluidas frutas y verduras) siempre que sea posible.
Para reducir su exposición a los obesógenos ambientales, evite el uso de plásticos, no compre alimentos en plástico, obtenga un filtro de agua de buena calidad, use productos "sin fragancia" y coma alimentos frescos siempre que sea posible.