Pica: Un trastorno de la conducta alimentaria poco conocido
Cuando hablamos de trastornos de la conducta alimentaria (TCA), la mayoría piensa en anorexia, bulimia o trastorno por atracón. Sin embargo, existen otros TCA que afectan la salud física y emocional de quienes los padecen. Uno de ellos es pica, caracterizado por la ingestión de sustancias no nutritivas, como tierra, tiza, papel o cabello, de manera repetitiva y persistente.
¿Qué es la pica?
- La pica es un trastorno en el que la persona consume de forma compulsiva sustancias que no son alimentos.
- Puede presentarse en niños, adolescentes y adultos, y suele estar asociada con déficits nutricionales, problemas psicológicos o estrés emocional.
- La OMS y la APA reconocen que, para considerarlo un trastorno, la conducta debe persistir por al menos un mes y no ser parte del desarrollo normal.
Causas y factores de riesgo
- Déficit de micronutrientes, especialmente hierro, zinc o calcio.
- Trastornos del desarrollo, como autismo o discapacidad intelectual.
- Estrés, ansiedad o trauma emocional.
- Hábitos culturales o familiares que normalizan la ingestión de sustancias no alimenticias en ciertas etapas.
Complicaciones comunes
- Problemas digestivos: obstrucciones intestinales, estreñimiento o diarrea.
- Intoxicaciones por metales pesados o sustancias químicas presentes en lo ingerido.
- Caries, erosión dental o daño oral.
- Impacto social y emocional: vergüenza, aislamiento, ansiedad y estigmatización.
Enfoque funcional: prevención y manejo integral
Un enfoque funcional busca abordar causas subyacentes y promover hábitos saludables:
1Nutrición y corrección de deficiencias
- Evaluar y corregir déficits de hierro, zinc, calcio y vitaminas.
- Plan de alimentación balanceado, rico en frutas, verduras, proteínas y grasas saludables.
- Incluir alimentos atractivos y texturas variadas para reducir deseo de consumir sustancias no alimenticias.
Apoyo psicológico y emocional
- Terapia cognitivo-conductual para identificar factores desencadenantes.
- Técnicas de manejo de ansiedad y estrés, como respiración, mindfulness o meditación.
- Acompañamiento familiar para crear un entorno seguro y libre de juicios.
Hábitos y rutinas saludables
- Establecer horarios regulares de alimentación y snacks nutritivos.
- Actividades recreativas que distraigan de la conducta compulsiva, como deportes, arte o música.
- Educación sobre riesgos físicos y consecuencias de consumir sustancias no alimenticias.
Monitoreo médico
- Controles digestivos, dentales y hematológicos periódicos.
- Evaluación de complicaciones como intoxicaciones o déficits nutricionales persistentes.
- Coordinación multidisciplinaria: nutrición, psicología, pediatría y medicina general.
La pica es un trastorno de la conducta alimentaria que puede tener graves repercusiones físicas y emocionales, pero con un abordaje funcional integral, se puede:
- Corregir deficiencias nutricionales subyacentes.
- Reducir conductas compulsivas mediante apoyo psicológico.
- Mejorar la salud digestiva, dental y general.
- Brindar bienestar emocional y seguridad en el entorno familiar y social.
La clave está en entender las causas, educar, acompañar y crear estrategias adaptadas, promoviendo un desarrollo saludable y una relación positiva con los alimentos.