Primeros auxilios

Primeros auxilios

Los primeros auxilios son la primera e inmediata asistencia que se brinda a cualquier persona con una enfermedad o lesión leve o grave, con el fin de preservar la vida, evitar que la condición empeore o promover la recuperación hasta que lleguen los servicios médicos. Los primeros auxilios generalmente los brinda alguien con capacitación médica básica o de primera respuesta.

Hay muchas situaciones que pueden requerir primeros auxilios, y muchos países tienen legislación, reglamentación u orientación que especifica un nivel mínimo de provisión de primeros auxilios en determinadas circunstancias. Esto puede incluir capacitación o equipo específico que debe estar disponible en el lugar de trabajo (como un desfibrilador externo automático), la provisión de cobertura de primeros auxilios especializados en reuniones públicas o capacitación obligatoria en primeros auxilios en las escuelas. Generalmente, cinco pasos están asociados con los primeros auxilios:

  • Evaluar las áreas circundantes. Dirigete a un lugar seguro (si no lo has hecho ya; por ejemplo, los accidentes de tráfico no son seguros en las carreteras).
  • Solicita ayuda: tanto a los profesionales médicos como a las personas cercanas que puedan ayudar con los primeros auxilios, como las compresiones de reanimación cardiopulmonar (RCP).
  • Realiza los primeros auxilios adecuados en función de la lesión sufrida por la víctima.
  • Evalúa a la víctima para detectar signos fatales de peligro o la posibilidad de realizar los primeros auxilios nuevamente.

El objetivo principal de los primeros auxilios es evitar que la muerte o una lesión grave empeoren. Los objetivos clave de los primeros auxilios se pueden resumir con el acrónimo de "las tres P":

  1. Preservar la vida: el objetivo primordial de toda la atención médica, que incluye los primeros auxilios, es salvar vidas y minimizar la amenaza de muerte. Los primeros auxilios realizados correctamente deben ayudar a reducir el nivel de dolor del paciente y calmarlo durante el proceso de evaluación y tratamiento.
  2. Prevenir más daños: la prevención de más daños incluye abordar tanto los factores externos, como alejar al paciente de cualquier causa de daño, como aplicar técnicas de primeros auxilios para evitar que empeore la afección, como aplicar presión para detener una hemorragia antes de que se vuelva peligrosa.
  3. Promover la recuperación: los primeros auxilios también implican intentar iniciar el proceso de recuperación de la enfermedad o lesión y, en algunos casos, pueden implicar completar un tratamiento, como en el caso de aplicar un yeso a una pequeña herida.
  4. Los primeros auxilios no son un tratamiento médico y no se pueden comparar con lo que proporciona un profesional médico capacitado. Los primeros auxilios implican tomar decisiones de sentido común en el mejor interés de una persona lesionada.

Protocolo ABCDE, por sus siglas en inglés Airway, Breathing, Circulation, Disability and Exposure

  • Vía aérea (limpiar las vías aéreas): si el paciente responde con una voz normal, entonces la vía aérea está permeable. La obstrucción de la vía aérea puede ser parcial o completa. Los signos de una obstrucción parcial de las vías respiratorias incluyen un cambio de voz, respiración ruidosa (p. ej., estridor) y un mayor esfuerzo respiratorio. En el caso de una obstrucción total de las vías respiratorias, no hay respiración a pesar del gran esfuerzo (es decir, respiración paradójica o signo de "balancín"). Un nivel reducido de conciencia es una causa común de obstrucción parcial o total de las vías respiratorias. Un signo común de obstrucción parcial de las vías respiratorias en estado inconsciente son los ronquidos. La obstrucción de las vías respiratorias no tratada puede conducir rápidamente a un paro cardíaco. Todos los profesionales de la salud, independientemente del entorno, pueden evaluar las vías respiratorias como se describe y utilizar una maniobra de inclinación de la cabeza y elevación del mentón para abrir las vías respiratorias. Con el equipo adecuado, se recomienda la succión de las vías respiratorias para eliminar obstrucciones, por ejemplo, sangre o vómito. Si es posible, se deben eliminar los cuerpos extraños que causan la obstrucción de las vías respiratorias. En caso de una obstrucción total de las vías respiratorias, se debe administrar un tratamiento de acuerdo con las pautas actuales.
  • Respiración (asegurar la respiración): En todos los entornos, es posible determinar la frecuencia respiratoria, inspeccionar los movimientos de la pared torácica para verificar la simetría y el uso de los músculos respiratorios auxiliares, y percutir el tórax para detectar matidez o resonancia unilateral. Se puede identificar cianosis, distensión de las venas del cuello y lateralización de la tráquea. Si se dispone de un estetoscopio, se debe realizar una auscultación pulmonar y, si es posible, se debe aplicar un oxímetro de pulso. El neumotórax a tensión se debe aliviar de inmediato insertando una cánula donde el segundo espacio intercostal cruza la línea medioclavicular (toracocentesis con aguja). El broncoespasmo se debe tratar con inhalaciones. Si la respiración es insuficiente, se debe realizar ventilación asistida mediante respiraciones de rescate con o sin un dispositivo de barrera. El personal capacitado debe utilizar una mascarilla con bolsa si está disponible.
  • Circulación (hemorragia interna): el tiempo de llenado capilar y la frecuencia cardíaca se pueden evaluar en cualquier entorno. La inspección de la piel da pistas sobre los problemas circulatorios. Los cambios de color, la sudoración y la disminución del nivel de conciencia son signos de disminución de la perfusión. Si se dispone de un estetoscopio, se debe realizar una auscultación cardíaca. También se debe realizar un control electrocardiográfico y mediciones de la presión arterial lo antes posible. La hipotensión es un signo clínico adverso importante. Los efectos de la hipovolemia pueden aliviarse colocando al paciente en posición supina y elevando sus piernas. Se debe obtener un acceso intravenoso lo antes posible y se debe infundir solución salina.
  • Discapacidad (condición neurológica): El nivel de conciencia se puede evaluar rápidamente utilizando el método AVPU, donde el paciente se clasifica como alerta (A), sensible a la voz (V), sensible al dolor (P) o no sensible (U). Alternativamente, se puede utilizar la Escala de Coma de Glasgow. Se deben inspeccionar los movimientos de las extremidades para evaluar posibles signos de lateralización. El mejor tratamiento inmediato para pacientes con una afección cerebral primaria es la estabilización de las vías respiratorias, la respiración y la circulación. En particular, cuando el paciente solo responde al dolor o no responde, se debe asegurar la permeabilidad de las vías respiratorias, colocando al paciente en posición de recuperación y llamando a personal calificado para asegurar la vía aérea. Finalmente, puede ser necesaria la intubación. Se deben evaluar los reflejos pupilares a la luz y medir la glucemia. La disminución del nivel de conciencia debido a un nivel bajo de glucosa en sangre se puede corregir rápidamente con glucosa oral o infundida.
  • Exposición (examen general, entorno): se deben observar signos de traumatismo, sangrado, reacciones cutáneas (erupciones), marcas de agujas, etc. Teniendo en cuenta la dignidad del paciente, se debe quitar la ropa para permitir la realización de un examen físico completo. La temperatura corporal se puede estimar palpando la piel o utilizando un termómetro, si está disponible.

Ciertas habilidades se consideran esenciales para la prestación de primeros auxilios y se enseñan en todas partes. En particular, el "ABC" de los primeros auxilios, que se centra en la intervención crítica para salvar vidas, debe impartirse antes del tratamiento de lesiones menos graves. ABC significa vía aérea, respiración y circulación. La misma regla mnemotécnica es utilizada por los profesionales de la salud de emergencia. Primero se debe prestar atención a la vía aérea para asegurarse de que esté despejada. Una obstrucción (asfixia) es una emergencia potencialmente mortal. Si un objeto bloquea la vía aérea, se requieren procedimientos antiasfixia. Después de cualquier evaluación de la vía aérea, un asistente de primeros auxilios determinará la adecuación de la respiración y proporcionará respiración de rescate si es necesario.

Actualmente, la evaluación de la circulación no se realiza habitualmente en pacientes que no respiran, y los socorristas están capacitados para pasar directamente a las compresiones torácicas (y así proporcionar circulación artificial), pero se pueden realizar controles de pulso en pacientes menos graves.

Algunas organizaciones añaden un cuarto paso de "D" para hemorragia mortal o desfibrilación, mientras que otras lo consideran como parte del paso de circulación, simplemente denominado discapacidad. Las variaciones en las técnicas para evaluar y mantener los ABC dependen del nivel de habilidad del socorrista. Una vez que se han asegurado los ABC, los socorristas pueden comenzar tratamientos o exámenes adicionales, según sea necesario si poseen la formación adecuada (como medir la dilatación de la pupila).

Algunas organizaciones enseñan el mismo orden de prioridad utilizando las "3B": respiración, sangrado y huesos (o "4B": respiración, sangrado, quemaduras y huesos). Si bien se enseña que los ABC y las 3B se realicen de forma secuencial, ciertas condiciones pueden requerir la consideración de dos pasos simultáneamente. Esto incluye la provisión de respiración artificial y compresiones torácicas a alguien que no respira y no tiene pulso, y la consideración de lesiones en la columna cervical al asegurar una vía aérea abierta.

Es indispensable tener conocimientos de primeros auxilios ya que esto puede salvar una gran cantidad de vidas.