¿Qué es el cáncer de mama?

El cáncer se origina cuando las células saludables de la mama empiezan a cambiar y proliferar sin control, y forman una masa o un conglomerado de células que se denomina tumor. Un tumor puede ser canceroso o benigno. Un tumor canceroso es maligno, lo que significa que puede crecer y diseminarse a otras partes del cuerpo. Un tumor benigno significa que el tumor puede crecer, pero no se diseminará. El cáncer de mama se disemina cuando crece en órganos adyacentes o en otras partes del cuerpo o cuando las células cancerosas se desplazan a otros sitios del cuerpo a través de los vasos sanguíneos o linfáticos. Esto se denomina metástasis.
El cáncer de mama puede comenzar en distintas partes de la mama. Las mamas constan de tres partes principales: lobulillos, conductos y tejido conectivo. Los lobulillos son las glándulas que producen leche. Los conductos son los tubos que transportan la leche al pezón. El tejido conectivo (formado por tejido fibroso y adiposo) rodea y sostiene todas las partes de la mama. La mayoría de los cánceres de mama comienzan en los conductos o en los lobulillos.
Tipos comunes de cáncer de mama
Los tipos más comunes de cáncer de mama son:
- Carcinoma ductal infiltrante. Las células cancerosas se originan en los conductos y después salen de ellos y se multiplican en otros tejidos mamarios. Estas células cancerosas invasoras también pueden diseminarse, o formar metástasis, en otras partes del cuerpo.
- Carcinoma lobulillar infiltrante. Las células cancerosas se originan en los lobulillos y después se diseminan de los lobulillos a los tejidos mamarios cercanos. Estas células cancerosas invasoras también pueden diseminarse a otras partes del cuerpo.
Existen otros tipos de cáncer de mama menos comunes, tales como la enfermedad de Paget, el cáncer de mama medular, el cáncer de mama mucinoso y el cáncer de mama inflamatorio.
Estadísticas
Cada año se producen 1.38 millones de nuevos casos y 458 mil muertes en el mundo por cáncer de mama. En México, esta enfermedad representa una de las principales causas de muerte en mujeres; en 2019, por cada 100 mil mujeres de 20 años o más se reportaron 35.24 casos nuevos de cáncer de mama. A nivel nacional, la tasa de mortalidad por cáncer de mama es de 17.19 defunciones por cada 100 mil mujeres de 20 años o más
En los últimos años, el número de muertes causadas por esta enfermedad ha aumentado de forma alarmante, principalmente, por el retraso en el inicio del tratamiento, ya sea por la tardanza en la búsqueda de atención médica luego de que una mujer presenta un posible síntoma de cáncer de mama, o por la demora en el sistema de salud, particularmente al dar el diagnóstico definitivo.
Factores de riesgo
Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta la probabilidad de que una persona desarrolle cáncer. Si bien los factores de riesgo con frecuencia influyen en el desarrollo del cáncer, la mayoría no provocan cáncer de forma directa. Algunas personas con varios factores de riesgo nunca desarrollan cáncer, mientras que otras personas sin factores de riesgo conocidos desarrollan cáncer. Conocer los factores de riesgo y hablar con el médico al respecto puede ayudarlo a tomar decisiones más informadas sobre las opciones de estilo de vida y atención médica.
Los casos de cáncer de mama hereditario son menos frecuentes, y representan entre el 5% y el 10% de los casos de cáncer. Los casos de cáncer de mama hereditario aparecen cuando se transmiten cambios genéticos, llamados mutaciones, dentro de una familia, del padre o la madre al hijo. Muchas de estas mutaciones se encuentran en los genes de supresión de tumores, tales como el BRCA1, el BRCA2, y el PALB2. Normalmente, estos genes evitan que las células crezcan fuera de control y se transformen en cáncer. Pero cuando dichas células presentan una mutación, pueden desarrollarse sin control.
Los siguientes factores pueden elevar el riesgo de que una mujer desarrolle cáncer de mama:
- Edad. El riesgo de desarrollar cáncer de mama aumenta a medida que la mujer envejece y, en la mayoría de los casos, la enfermedad se desarrolla en mujeres de más de 50 años.
- Antecedentes personales de cáncer de mama. Una mujer que ha tenido cáncer en una mama presenta un riesgo más elevado de presentar un nuevo cáncer en cualquiera de las mamas.
- Antecedentes familiares de cáncer de mama. El cáncer de mama puede ser hereditario si su familia tiene una o más de las siguientes características:
- 1 o más mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama a los 45 años o menos
- 1 o más mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama antes de los 50 años con antecedentes familiares adicionales de cáncer, como cáncer de ovario, cáncer de próstata metastásico y cáncer de páncreas
- Hay cánceres de mama u ovario en múltiples generaciones en un lado de la familia.
- A una mujer en la familia se le diagnostica un segundo cáncer de mama en la misma o en la otra mama o tiene cáncer de mama y de ovario.
- A un pariente hombre se le diagnostica cáncer de mama.
- Ascendencia judía asquenazi.
- Riesgo hereditario/predisposición genética. Existen varios genes hereditarios vinculados con un aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama, así como otros tipos de cáncer. Los genes BRCA1 o BRCA2 son las mutaciones conocidas más frecuentes. Las mutaciones de estos genes se vinculan con un aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama y ovario, así como otros tipos de cáncer.
- Antecedentes personales de cáncer de ovario. Las mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2 aumentar en gran medida el riesgo de desarrollar tanto cáncer de ovario como de mama. Por lo tanto, las mujeres con un diagnóstico de cáncer de ovario hereditario producto de una mutación del gen BRCA corren un mayor riesgo de también padecer cáncer de mama. Las mujeres con cáncer de mama que no heredaron una mutación de los genes BRCA1 o BRCA2, por lo general, no tienen un riesgo mayor de desarrollar cáncer de ovario.
- Menstruación temprana y menopausia tardía. Las mujeres que comenzaron a menstruar antes de los 11 o 12 años, o llegaron a la menopausia después de los 55 años tienen un mayor riesgo de tener cáncer de mama. Esto se debe a que las células mamarias están expuestas al estrógeno y a la progesterona durante un tiempo más prolongado.
- Edad o duración del embarazo. Las mujeres que tuvieron su primer embarazo después de los 35 años o las que nunca tuvieron un embarazo a término corren más riesgo de tener cáncer de mama.
- Terapia de reemplazo hormonal después de la menopausia. El uso de la terapia hormonal con estrógeno y progestina después de la menopausia, a veces denominada terapia hormonal posmenopáusica o terapia hormonal de reemplazo, en los últimos 5 años o durante varios años, aumenta el riesgo de que una mujer tenga cáncer de mama.
- Anticonceptivos orales. Algunos estudios sugieren que los anticonceptivos orales aumentan levemente el riesgo de tener cáncer de mama, mientras que otros no han mostrado relación entre el uso de anticonceptivos orales para prevenir el embarazo y el desarrollo de cáncer de mama. Este tema aún es objeto de investigación.
- Raza y origen étnico. El cáncer de mama es el diagnóstico de cáncer más frecuente en las mujeres, a excepción del cáncer de piel, independientemente de la raza. Las mujeres de raza blanca tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de mama que las mujeres de raza negra, pero entre las mujeres menores de 45 años, la enfermedad es más frecuente en las mujeres de raza negra que en las mujeres de raza blanca.
- Densidad de la mama. El tejido mamario denso puede dificultar la detección de un tumor en las pruebas estándares por imágenes, como una mamografía. Tener tejido mamario denso generalmente significa que usted tiene más glándulas mamarias, conductos de la leche y tejido de apoyo en la mama que tejido adiposo. Factores del estilo de vida. Al igual que con otros tipos de cáncer, los estudios continúan mostrando que diversos factores del estilo de vida pueden contribuir al desarrollo de cáncer de mama.
- Peso. Estudios recientes han demostrado que las mujeres posmenopáusicas con sobrepeso u obesidad tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Estas mujeres también tienen un mayor riesgo de que el cáncer reaparezca después del tratamiento.
- Actividad física. La disminución de la actividad física se asocia con el aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama y con un riesgo mayor de que el cáncer reaparezca después del tratamiento. La actividad física regular, como entre 3 y 4 horas de ejercicio moderado a la semana, puede proteger contra el cáncer de mama al ayudar a las mujeres a mantener un peso corporal saludable, reducir los niveles hormonales o causar cambios en el metabolismo de una mujer o factores inmunitarios, como el realce de las células “asesinas naturales” para combatir las células anómalas.
- Alcohol. La investigación actual sugiere que consumir más de 1 o 2 bebidas alcohólicas por día, lo que incluye cerveza, vino y licor, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama, así como también el riesgo de que el cáncer reaparezca después del tratamiento. Se recomienda limitar la ingesta de alcohol de 3 a 4 porciones por semana.
- Alimentos. Una dieta con alimentos ultraprocesados puede conllevar a la aparición de inflamación crónica y por ende un mayor riesgo de padecer cáncer de mama
- Exposición a la radiación a temprana edad. La exposición a radiación ionizante a edades tempranas puede aumentar el riesgo de que la mujer contraiga cáncer de mama.
Signos y síntomas
La mayoría de las mujeres con cáncer de mama no presentan cambios físicos ni síntomas durante el diagnóstico inicial de cáncer de mama.
Los signos y los síntomas que se deben analizar con el médico se detallan a continuación. Muchas veces la causa de estos síntomas puede ser otra afección médica diferente que no sea cáncer.
- Un bulto que se palpa como un nudo firme o un engrosamiento de la mama o debajo del brazo. Es importante palpar la misma zona de la otra mama para asegurarse de que el cambio no sea parte del tejido mamario sano de esa área.
- Cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama.
- Secreción del pezón que se produce de forma repentina, contiene sangre o se produce solo en una mama.
- Cambios físicos, como pezón invertido hacia dentro o una llaga en la zona del pezón.
- Irritación de la piel o cambios en esta, como rugosidades, hoyuelos, escamosidad o pliegues nuevos.
- Mamas tibias, enrojecidas e hinchadas, con o sin erupción cutánea con rugosidad que se asemeja a la piel de una naranja, llamada “peau d'orange”
- Dolor en la mama; particularmente, dolor en la mama que no desaparece. El dolor generalmente no es un síntoma de cáncer de mama, pero debe comunicarse al médico.
Diagnóstico
La serie de pruebas necesarias para evaluar un posible cáncer de mama usualmente comienza cuando una mujer o su médico descubren una masa o calcificaciones anormales mediante una mamografía de detección, o un bulto o un nódulo en la mama durante un examen clínico o un autoexamen. Con menos frecuencia, una mujer puede observar una mama enrojecida o hinchada, o una masa o un nódulo debajo del brazo.
Las siguientes pruebas pueden usarse para diagnosticar el cáncer de mama o realizar un seguimiento después de diagnosticado el cáncer de mama.
Las pruebas por imágenes muestran imágenes del interior del cuerpo. Se pueden realizar las siguientes pruebas por imágenes en la mama para saber más acerca de un área sospechosa encontrada en la mama durante un examen de detección.
- Mamografía. es similar a la mamografía de detección, salvo que se toman más imágenes de la mama. Por lo general, se utiliza cuando la mujer experimenta signos, como un bulto nuevo o secreción del pezón. La mamografía de diagnóstico también puede utilizarse si en una mamografía de detección se encuentra algo sospechoso.
- Ecografía. La ecografía utiliza ondas de sonido para crear una imagen del tejido mamario. Una ecografía puede distinguir entre una masa sólida, que puede ser cáncer, y un quiste lleno de líquido, que generalmente no es canceroso.
- Resonancia magnética (RM). Una RM usa campos magnéticos, en lugar de rayos X, para producir imágenes detalladas del cuerpo. Se administra un tinte especial, llamado medio de contraste, antes de la exploración para ayudar a crear una imagen clara del posible cáncer. Este tinte se inyecta en una vena del paciente. Una RM de la mama también es una opción de detección, junto con una mamografía, en algunas mujeres con un riesgo muy elevado de desarrollar cáncer de mama.
- Una biopsia es la extirpación de una cantidad pequeña de tejido para su examen a través de un microscopio. Otras pruebas pueden indicar la presencia de cáncer, pero solo una biopsia permite formular un diagnóstico definitivo.
Tratamiento convencional
El tratamiento de cáncer de mama se elige según características del cáncer y de la paciente
- Subtipo de tumor
- Estadío
- Marcadores genómicos
- Edad de la paciente, estado de salud, estado hormonal
- Presencia de genes mutados heredados del cáncer de mama
Aunque cada tratamiento es específico y se va elaborando a medida que se obtienen resultados, podemos dar una pincelada de los tratamientos habituales y profundizando en el farmacológico.
Se lleva a cabo una cirugía cuando es necesario extirpar el tumor y aquel tejido adyacente afectado, así como la zona ganglionar axilar.
- La radioterapia es un tratamiento que emplea las radiaciones ionizantes para provocar la muerte de las células cancerosas
- La quimioterapia es la aplicación por vía sistémica de medicamentos citostáticos cuya eficacia radica en la inhibición del crecimiento de células tumorales.
- Se utiliza terapia hormonal cuando el cáncer de mama ha dado positivo en los receptores de estrógeno o de progesterona (ER y/o PR). Por lo tanto, los fármacos utilizados tienen como fin evitar que los estrógenos estimulen el crecimiento de las células tumorales.
Tratamiento no convencional
Sabemos que ciertos alimentos ayudan a combatir enfermedades e incluso pueden prevenir el riesgo de cáncer de mama, pero ¿de qué otra manera se puede prevenir el cáncer de mama de forma natural? Incluir estos factores dietéticos y de estilo de vida en su "dieta para el cáncer de mama" puede ser de gran ayuda.
1. Dieta y suplementación
La investigación dice que una de las cosas más saludables que puede hacer por la salud de la mama es consumir más frutas y verduras frescas.
Si bien aún se necesita más investigación sobre los efectos del sulforafano y los polifenoles en el cáncer de mama, cambiar a una dieta basada en plantas ayudará a recibir más de estos compuestos en la dieta. Además de proporcionar este potencial efecto debilitador del cáncer, una dieta a base de plantas ofrece una serie de otros beneficios para la salud, incluido el apoyo a los niveles de pH, ayudando a reducir la inflamación y potencialmente ayudando en la pérdida de peso. Algunos de los mejores alimentos de origen vegetal incluyen:
Crucíferas: Se ha visto y estudiado un compuesto encontrado en las crucíferas que tiene propiedades preventivas contra el cáncer llamado: Indole-3-carbinol (I3C) así como su metabolito diindolilmetano (DIM)
- El indole-3-carbinol parece funcionar de varias maneras:
- Facilitando la conversión de estrógeno hacia una forma protectiva contra el cáncer.
- Bloqueando parcialmente los efectos del estrógeno en las células.
- Eliminando directamente o inhibiendo a las células cancerosas.
- Reduciendo los niveles de radicales libres, los cuales pueden estimular el desarrollo de cáncer al dañar el ADN.
En todas las crucíferas como: brócoli, col de bruselas, coliflor, col rizada. También se encuentra concentrado en suplementos alimenticios.
- Té verde. El té verde contiene polifenoles, pero no es la única fuente. Las moras, las fresas, el cacao en polvo, el chocolate negro y el clavo también contienen polifenoles beneficiosos.
- Grasas saludables. Esto incluye aceites como aceite de oliva virgen, coco, ajonjolí, linaza y aguacate. Las nueces, las semillas, la leche de coco y el aguacate también son excelentes fuentes de grasas "buenas" de los alimentos de origen vegetal.
- Cúrcuma y jengiibre. Son dos raíces con un potente efecto antiinflamatorio, las cuales podemos incluir en forma de té o suplementos.
- Licopenos. Los cuales se encuentran en el jitomate pueden reducir la progresión de cáncer de mama
- Extracto de romero. Poderoso antioxidante que ayuda a inhibir los estrógenos y por ende el desarrollo de cáncer de mama
- Ajo. Se ha comprobado sus efectos protectores contra el cáncer.
- Siilymarin, es una sustancia que se obtiene de las semillas de cardo mariano, que ha demostrado efectos anticancerígenos.
- Germanio, poderoso inmunoestimulante que mejora la oxigenación celular y detiene el crecimiento del cáncer.
- Selenio. Protege el sistema inmune previniendo la formación de radicales libres, además de ejercer efecto anticancerígeno
- Probióticos. Estudios recientes han encontrado una estrecha relación entre una alteración en la microbiota intestinal y pacientes con cáncer de mama.
- Vitamina E. Es un excelente nutriente para combatir el cáncer. La vitamina E es soluble en grasa y actúa como un potente antioxidante, ayudando al cuerpo a eliminar los radicales libres que dañan las células.
- Vitamina D3. Según BreastCancer.org, la investigación sugiere que ciertos cánceres, como el de mama, pueden tener un mayor riesgo de ocurrir cuando el cuerpo tiene niveles bajos de vitamina D.
2. Consume alimentos ricos en fibra
Una revisión sistemática y un metanálisis publicados en Oncotarget encontraron que el consumo de fibra dietética se asocia significativamente con un riesgo reducido de cáncer de mama, particularmente en mujeres posmenopáusicas. Comer fuentes vegetales de fibra es una parte importante de una dieta para el cáncer de mama.
3. Opta por edulcorantes naturales
Aunque los estudios que evalúan los efectos de los edulcorantes artificiales sobre el riesgo de cáncer tienen conclusiones contradictorias, hay pruebas limitadas que sugieren que el consumo puede aumentar el riesgo de ciertos cánceres. Además, la ingesta alta de azúcar se asocia con la obesidad, un factor de riesgo importante para el cáncer de mama.
Los edulcorantes naturales son una opción más saludable para la salud en general. Algunos de los sustitutos del azúcar más saludables son la stevia, monk fruit y los datiles.
4. Limita el consumo de alcohol
Los estudios sugieren que la incidencia de mortalidad por cáncer de mama atribuible al alcohol es grande. Según los investigadores, "un estimado de 144.000 casos de cáncer de mama y 38.000 muertes por cáncer de mama en todo el mundo en 2012 fueron atribuibles al alcohol, y el 18,8% de estos casos y el 17,5% de estas muertes afectaron a mujeres que consumían alcohol de forma ligera".
5. Evita los productos lácteos
Los productos lácteos convencionales pueden contener aditivos, como emulsionantes, que alteran la composición de su microbioma intestinal y causan inflamación generalizada. Además, hay algunas investigaciones que muestran que los productos lácteos con alto contenido de grasa están relacionados con un mayor riesgo de mortalidad después del diagnóstico de cáncer de mama.
Es mucho mejor que se ciña a los productos lácteos cultivados para proporcionar al cuerpo probióticos beneficiosos.
6. Evitar los granos procesados
Los granos procesados o refinados son muy difíciles de descomponer para el cuerpo, por lo que causan problemas intestinales y pueden provocar inflamación, síndrome del intestino permeable y absorción inadecuada de nutrientes.
En lugar de comer alimentos envasados y procesados, como alimentos ultra procesados, elige aquellos que crezcan del suelo y sean lo más natural posible, incluye granos libres de gluten como avena, quínoa, arroz integral o salvaje, teff, etc.
7. Elegir alimentos orgánicos
Es probable que los alimentos convencionales estén contaminados con productos químicos nocivos de pesticidas y herbicidas, que pueden afectar negativamente tu salud. Para evitar consumir estos químicos dañinos, compra alimentos orgánicos e idealmente cultivados localmente siempre que sea posible.
Esto es especialmente importante cuando se come cualquiera de la "docena sucia" de alimentos.
También desea evitar los productos de origen animal que contienen hormonas y antibióticos comprando proteínas magras criadas al libre pastoreo y de preferencia orgánicas.
Estos contaminantes pueden afectar la interrupción del estrógeno y aumentar el riesgo de problemas de salud como el cáncer de mama.
8. Mantén un peso saludable
Tener sobrepeso u obesidad es un factor de riesgo de cáncer de mama posmenopáusico.
El control del peso juega un papel extremadamente importante en la prevención del cáncer de mama, así como en la rehabilitación y recuperación. Reduce los biomarcadores de inflamación, mejora los comportamientos de estilo de vida y mejora la calidad de vida.
9. Hacer ejercicio con regularidad
Las investigaciones muestran que la actividad física moderada y regular reduce el riesgo de desarrollar cáncer de mama y aumenta las tasas de supervivencia. Mover su cuerpo todos los días es importante para la salud de los senos y podría incluir caminatas al aire libre, trote ligero, yoga, pilates, natación, ciclismo, levantamiento de pesas y más.