¿Qué es la artritis reumatoide?

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune crónica que afecta las articulaciones de una persona provocando dolor, hinchazón, rigidez y limitación continua en el movimiento. Para la mayoría de las personas, los síntomas de la artritis reumatoide tienden a exacerbarse conforme aumentan los niveles de inflamación, teniendo un curso remitente y recurrente.
Actualmente, no existe una "cura" para la AR, solo formas de controlar los síntomas de la artritis reumatoide y así controlar la progresión de la enfermedad. Cuando la AR no se maneja bien, con el tiempo se pueden desarrollar complicaciones, como daño articular significativo, lesión a otros órganos, daño a los nervios e inflamación peligrosa de los vasos sanguíneos.
Si bien muchos adultos experimentan algún tipo de dolor e inflamación en un momento u otro, la AR es diferente porque tiende a durar años y generalmente afecta las articulaciones de ambos lados del cuerpo. La causa subyacente de la AR es la inflamación, que se desencadena por reacciones autoinmunes y hace que las articulaciones se deterioren con el tiempo.
Al igual que con otros trastornos autoinmunes, la AR es causada por una combinación de factores relacionados con la genética, el entorno y el estilo de vida de una persona (incluida la dieta y actividad física),las hormonas y el sistema inmunológico de una persona. Cuando se padece artritis, el sistema inmunológico ataca el propio tejido corporal sano y provoca inflamación, con el consiguiente dolor y discapacidad.
Los estudios demuestran que las personas que reciben tratamiento temprano, tienen una mejor calidad de vida a largo plazo y reducen la necesidad de cirugías o el riesgo de complicaciones. Si bien los medicamentos es el tratamiento común en personas con AR, los tratamientos complementarios como alimentación y cambios en el estilo de vida, mejorarán la progresión de la enfermedad, llegando a tener incluso una vida prácticamente normal.
Signos y síntomas de la artritis reumatoide
Con la AR, el líquido sinovial que normalmente lubrica las articulaciones comienza a espesarse e hincharse, este mismo liquido daña el cartílago, provocando un aumento de la fricción entre las articulaciones y los huesos. El resultado es que las articulaciones se vuelven incapaces de moverse con suavidad (se vuelven débiles, rígidas, sueltas o inestables) y el espacio de amortiguación normalmente entre los huesos puede volverse más pequeño, lo que limita el rango de movimiento, este sin tratamiento progresa hasta llegar a la fusión de los huesos y articulaciones, dejando discapacidad permanente.
Los signos y síntomas más comunes de la artritis reumatoide incluyen:
- Dolor en las articulaciones: este está asociada a la hinchazón articular con una duración de seis semanas en promedio. Cualquier articulación puede dañarse debido a la AR, pero las muñecas, los pies, las manos, los tobillos y las rodillas son los más afectados.
- Enrojecimiento, calor y sensibilidad de las articulaciones inflamadas: el dolor y la sensibilidad generalmente se experimentan en un patrón simétrico, lo que significa que hay varias articulaciones afectadas en ambos lados del cuerpo.
- Rigidez matutina: suele empeorar inmediatamente después de levantarse y dura 30 minutos o más. Algunas personas experimentan rigidez matutina durante varias horas casi todas las mañanas. Puede también describirse como calambres o “engarrotadas”.
- Fatiga y dolores musculares.
- Dificultad para moverse con normalidad, como agacharse, subir escaleras, caminar o hacer ejercicio
- Para algunas personas, pérdida de apetito, peso o fiebre baja.
¿Cuáles son algunas de las formas de detectar un brote de los síntomas de la artritis reumatoide?
La intensa rigidez matutina, el enrojecimiento y la retención de líquidos son buenas pistas. Los brotes a veces pueden imitar fiebres o infecciones y causar sensación de malestar general. Aunque los brotes de artritis son algo impredecibles, para muchas personas es más probable que sufran después de una situación muy estresante, ya que el estrés emocional o físico es un "desencadenante" para muchas personas que desgasta el sistema inmunológico.
Complicaciones de la artritis
Para algunas personas, la AR causa complicaciones a largo plazo debido al aumento de la inflamación en todo el cuerpo. Esto se debe a que esta enfermedad es sistémica, ataca todos los órganos del cuerpo, con más énfasis en las articulaciones.
Diversos estudios han encontrado que las complicaciones de la artritis reumatoide pueden incluir:
- Mayor riesgo de padecer enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular (embolias o derrames)
- Dificultad para respirar, dolores en el pecho (la dificultad para respirar normalmente ocurre debido a daños y cicatrices pulmonares)
- Problemas cardíacos y daño a los nervios, causados por la disminución de la circulación y la inflamación de los vasos sanguíneos (llamada vasculitis).
- Síndrome del túnel carpiano
- Dolores de cabeza frecuentes
- Problemas renales y retención de líquidos.
- Dolor de huesos y adelgazamiento de los huesos.
- Anemia y fatiga
- Bazo agrandado y recuento bajo de las células de la serie blanca.
- Pequeños bultos de tejido que se desarrollan alrededor de las articulaciones inflamadas debajo de la piel: se denominan nódulos reumatoides y pueden agravar el enrojecimiento o el dolor. Aproximadamente la mitad de las personas con AR desarrollan nódulos reumatoides, que son más comunes en áreas óseas expuestas a movimientos / presiones frecuentes (como los dedos o los codos). Estos nódulos son datos de una artritis mas agresiva.
- Erupciones cutáneas, enrojecimiento, calor, hematomas y úlceras cerca del lecho ungueal.
- Deterioro de la visión y problemas oculares, como fotosensibilidad, sequedad, enrojecimiento y dolor conocido como síndrome de Sjögren.
- Infecciones frecuentes en la boca y encías.
- Cambios en el apetito, aumento o pérdida de peso.
¿Qué causa la artritis reumatoide?
La AR es una enfermedad autoinmune, lo que significa que se desencadena debido a reacciones anormales del sistema inmunológico que hacen que ciertas células / sustancias químicas ataquen por error el propio tejido sano del cuerpo. El tipo de inflamación que causa la AR es la que se desarrolla en la sinovio, el tejido que recubre la articulación.
¿Por qué el sistema inmunológico atacaría el cuerpo y crearía inflamación en los tejidos, incluidas las articulaciones? La inflamación asociada con la AR puede desencadenarse por varios factores, entre algunos se encuentran:
- Mala salud intestinal o "síndrome del intestino permeable"
- Una dieta deficiente y alergias alimentarias (los alimentos que contribuyen a la inflamación incluyen principalmente alimentos ultraprocesados, altos en hidratos de carbono, grasas saturadas y azucares)
- Obesidad (el tejido adiposo perpetua la inflamación)
- Factores genéticos (ciertos genes pueden afectar el sistema inmunológico pueden hacer que algunas personas sean más susceptibles a desarrollar ciertos trastornos autoinmunitarios)
- Toxicidad, debido a factores como la exposición a toxinas ambientales y disruptores endocrinos
- Función inmunológica alterada debido a otras afecciones médicas, infeciones o trastornos autoinmunes
- Tabaquismo
Según el American Collage of Rheumatology, la AR a veces puede ser difícil de diagnosticar y diferenciar adecuadamente de otras enfermedades autoinmunes (como el lupus o la fibromialgia) porque todos sus síntomas pueden ser similares. No existe una prueba que se utilice para diagnosticar la AR; más bien, un médico reumatólogo debe realizar el diagnóstico mediante la evaluación de los síntomas, el historial médico, los antecedentes familiares y el estilo de vida de un paciente.
Prevalencia de la AR
Según cálculos de la OMS, la artritis reumatoide afecta entre el 1 y 1.5 % de la población mundial; además en Latinoamérica, cifras de la Organización Panamericana de la Salud, indican que hay 34 millones de personas con discapacidad permanente y 140 millones con discapacidad temporal a causa de las enfermedades reumáticas.
Las mujeres tienen tres veces más probabilidades de desarrollar AR que los hombres. Aproximadamente el 75% de los pacientes con AR son mujeres y las estimaciones ahora muestran que entre el 1 y el 3% de las mujeres contraerán artritis reumatoide a lo largo de su vida.
La AR a menudo comienza en la mediana edad, generalmente entre los 30 y los 60 años, y es más común en los adultos mayores (los niños también pueden tener AR, pero esto es menos frecuente). Los hombres tienden a desarrollar AR más tarde en la vida que las mujeres.
Los antecedentes familiares de AR aumentan las probabilidades de desarrollarla; sin embargo, la mayoría de las personas con AR no tienen antecedentes familiares de la enfermedad.
La AR es una enfermedad sistémica, lo que significa que afecta a todo el cuerpo, incluidos el corazón, los vasos sanguíneos y los nervios. Un estudio sueco de 2010 encontró que el riesgo de ataque cardíaco para las personas con AR era un 60% más alto un año después del diagnóstico.
Tratamiento natural para los síntomas de la artritis reumatoide
El tratamiento convencional comúnmente utiliza una combinación de medicamentos antiinflamatorios, corticosteroides, agentes biológicos que alteran el sistema inmunológico o analgésicos, para ayudar a controlar los síntomas de la AR. Si bien estos son necesarios para algunas personas, los tratamientos naturales pueden ser complementarios en relación en aliviar el dolor, reducir la hinchazón, prevenir un mayor daño en las articulaciones y mejorar la calidad de vida de una persona.
A continuación, presentamos algunas formas en las que puede controlar los síntomas de la artritis reumatoide y evitar que las complicaciones se desarrollen de forma natural:
- Dieta antiinflamatoria que incluya alimentos como:
- Alimentos ricos en omega-3: Numerosos estudios científicos demuestran que los ácidos grasos omega-3 de la dieta pueden ayudar a reducir la inflamación corporal. Los pescados salvajes: el salmón, macarela, arenque, atún, sardinas, anchoas, también se encuentra presente en nueces, semillas de chía y linaza, natto, yema de huevo, semillas de hemp/cáñamo.
- Alimentos con alto contenido de azufre
De igual manera debemos de incluir alimentos con alto contenido de azufre. El azufre contiene naturalmente una forma de metilsulfonilmetano (MSM). Según diversa evidencia científica se ha demostrado que el MSM ayuda a reducir la inflamación articular junto con el dolor articular. (Según la Arthritis Foundation, el MSM actúa como un agente analgésico en el cuerpo al disminuir los impulsos nerviosos que transmiten el dolor. Los principales alimentos ricos en azufre son las cebollas, el ajo, los espárragos y la col.
- Caldo de hueso
El poder curativo del caldo de huesos es notable. Está cargado con una forma de colágeno que contiene los aminoácidos prolina, glicina, glutamina y arginina, los cuales ayudan a reconstruir los tejidos.
Los investigadores en nutrición de la Fundación Weston A. Price explican que el caldo de huesos también contiene sulfatos de condroitina y glucosamina, los cuales combaten la sintomatología de la AR.
- Frutas y verduras
Por último, pero no menos importante, debemos consumir muchas frutas y verduras de preferencia orgánicas y de temporada. Las frutas y verduras están repletas de enzimas digestivas y compuestos antiinflamatorios. Así como una gran cantidad de antioxidantes.
Si te pregunta qué alimentos agravan la artritis, aquí los describimos:
- Exceso de azúcar
En varios estudios, el exceso de azúcar en la dieta se ha relacionado con un aumento de la inflamación. De hecho, la Arthritis Foundation advierte que la investigación nos ha demostrado que los azúcares procesados desencadenan la liberación de mensajeros inflamatorios llamados citocinas en el cuerpo.
- Aceites hidrogenados y grasas trans:
Definitivamente mantenerse alejado de los alimentos fritos, las comidas rápidas, la margarina, los refrigerios procesados, las cremas de café y los productos horneados convencionales, los cuales pueden tener un alto contenido de grasas trans y aceites hidrogenados.
- Aceites ricos en omega 6:
Además de los aceites hidrogenados, debemos de evitar aquellos aceites proiinflamatorios como: aceite de soya, semilla de algodón, maíz y canola. Los cuales tienen un alto contenido de ácidos grasos omega 6.
- Gluten:
Es una proteína que se encuentra en numerosos cereales como el trigo, cebada o centeno. Esta proteína desencadena la producción de una sustancia llamada zonulina, que hace que las uniones intercelulares de las células se relajen. En un estado de salud óptimo estas se cierran en poco tiempo, pero cuando estamos expuestos a una sobreproducción la zonulina entra en acción y hace que las barreras herméticas se encuentren permanentemente abiertas y permitan el paso de alimentos previamente digeridos, donde el sistema inmunológico las ataca, generando inflamación crónica y propiciando la aparición de enfermedades autoinmunes
- Edulcorantes artificiales:
Evita los edulcorantes artificiales, especialmente el aspartame, el cual puede repercutir directamente con los receptores del dolor. Otros endulzantes a evitar son la sucralosa, el acesulfamo K, la sacarina y el sorbitol. Preferir stevia y monk fruit.
- Glutamato monosódico (MSG):
Otro de los peores ingredientes que recomiendo evitar es MSG. La Arthritis Foundation también instruye específicamente a evitar el glutamato monosódico (MSG) si se padece artritis ya que "esta sustancia química puede desencadenar dos vías importantes de inflamación crónica y afectar la salud hepática". El glutamato monosódico se puede encontrar comúnmente en comida rápida, sopas preparadas y aderezos, así como en carnes frías.
- Solanáceas:
Los miembros de la familia solanaceae incluyen verduras como berenjenas, pimientos, tomates y patatas. Ellas contienen una sustancia llamada solanina, que según dicen, agrava la inflamación y el dolor de la artritis.
- Mantenerse activo
Aunque la AR puede causar brotes de dolor junto con un rango de movimiento limitado, mantenerse activo en general es muy importante para controlar los síntomas y controlar la inflamación de las articulaciones. El dolor articular asociado con la AR tiende a empeorar después de períodos de inactividad (razón por la cual dormir causa rigidez matutina), por lo que el ejercicio aporta muchos beneficios.
El mejor tipo de actividades o ejercicios para las personas con artritis reumatoide son aquellos que son de bajo impacto y no ejercen demasiado estrés en las articulaciones sensibles, como el ciclismo, la caminata y el yoga. Lo ideal es que su rutina de ejercicios combine una forma de actividad aeróbica con entrenamiento de fuerza y estiramiento para mejorar la flexibilidad, la fuerza muscular y la salud cardiovascular. Cuando los síntomas se vuelven muy graves, el descanso adicional es útil; sin embargo, el estiramiento aún puede ayudar a controlar la inflamación.
- Control de estrés y hábitos de sueño
Dormir lo suficiente y limitar el estrés emocional permite que las articulaciones se recuperen de una mejor manera, por lo que estos hábitos son especialmente importantes durante los episodios de aumento de la inflamación, el dolor, la hinchazón y la rigidez. La fatiga y los episodios estresantes tienden a empeorar la inflamación y también pueden contribuir a complicaciones como dolores musculares, disminución en la inmunidad, infecciones, comer en exceso, inactividad y aumento de peso.
Los estudios han encontrado que al practicar técnicas de relajación, como meditación guiada, yoga, estiramiento, respiración profunda, imágenes guiadas y visualización, tienden a una mejor protección contra los episodios dolorosos, ya que ayudan a la relajación muscular, equilibrio hormonal, disminución de los niveles de cortisol y fortalecer el sistema inmunológico. De hecho, la Arthritis Foundation señala que se ha demostrado que las actividades para aliviar el estrés, tener una actitud positiva y recibir el apoyo de familiares / amigos ayudan significativamente a los pacientes con AR a sobrellevar su dolor.
- Control de el dolor de forma natural
Las investigaciones muestran que las técnicas naturales para reducir el dolor, incluida la terapia de masajes, la acupuntura o la acupresión, los aceites esenciales que se usan en la piel y los tratamientos con calor / hielo (como bolsas de hielo o baños calientes) ayudan a controlar los síntomas de la artritis reumatoide. Muchos de estos pueden funcionar como calmantes naturales para el estrés, ya que mejoran la conciencia corporal, lo ayudan a mantenerse activo, pueden ayudarlo a dormir y aliviar el estrés o la ansiedad. Los aceites esenciales para la artritis incluyen aceites de jengibre, naranja, mirra, incienso y cúrcuma. También puedes intentar usar tratamientos tópicos en la piel que contengan salicilatos o capsaicina, que algunos estudios muestran que ayudan a reducir el dolor articular.
- Reducir la inflamación con suplementos
- Aceite de pescado
El número 1 es un suplemento de aceite de pescado. El aceite de pescado beneficia la salud de muchas maneras, incluido el tratamiento de la artritis. Un estudio de 18 meses publicado en Medicina alternativa y complementaria basada en evidencia evaluó el uso de aceite de borraja y el aceite de pescado en pacientes con artritis reumatoide. Se descubrió que los tres grupos (uno que tomaba aceite de pescado, otro que tomaba semillas de borraja y otro que tomaba una combinación de los dos) “exhibieron reducciones significativas” en la actividad de la enfermedad. La dosis recomendada es de 1000 miligramos al día de un aceite de pescado de alta calidad.
- Cúrcuma
Número dos, la cúrcuma beneficia a los pacientes con artritis ya que es una raíz con propiedades antiinflamatorias muy poderosa. Un estudio realizado en Japón evaluó su relación con la interleucina (IL) -6, la citoquina inflamatoria involucrada en el proceso de la artritis reumatoide- descubrió que la cúrcuma "reducía significativamente" estos marcadores inflamatorios. ¡Esto sugiere que el uso regular de cúrcuma podría ser una estrategia potente para prevenir el desarrollo de la artritis! La dosis recomendada es de 1.000 miligramos de cúrcuma al día.
- Enzimas proteolíticas
El tercer superalimento o superalimento que debe utilizar son las enzimas proteolíticas. Las enzimas proteolíticas como la bromelina son probablemente lo más eficaz que puede hacer para obtener un alivio inmediato de la artritis.
En un ensayo clínico controlado y aleatorizado a doble ciego, administró una combinación por vía oral de enzimas proteolíticas y bioflavonoides, la cual resulto tan eficaz como un AINE en el tratamiento de la osteoartritis crónica de la rodilla cuando se tomó durante 12 semanas.
- Glucosamina
La condroitina de glucosamina, o sulfato de glucosamina, es muy eficaz para reducir la progresión de osteoartritis, mejora la función articular, ayuda a reducir inflamación y dolor así como favorecer la salud de los cartílagos.
- MSM
El metil sulfonil metano posee un efecto antiinflamatorio, favorece la producción de tejido conectivo , favoreciendo una óptima salud articular.