¿Sabes qué es el trasplante de células hematopoyéticas y cómo funciona?

Las células madre son células especiales que pueden reproducirse a sí mismas y convertirse en los distintos tipos de células que el cuerpo necesita. Hay varios tipos de células madre y se encuentran en diferentes partes del cuerpo en diferentes momentos.
El cáncer y el tratamiento contra el cáncer pueden dañar las células madre hematopoyéticas. Las células madre hematopoyéticas son células madre que se convierten en células sanguíneas.
La médula ósea es tejido blando y esponjoso en el cuerpo que contiene células madre hematopoyéticas. Se encuentra en el centro de la mayoría de los huesos. También se encuentran células madre hematopoyéticas en la sangre que circula por todo el cuerpo.
Cuando las células madre hematopoyéticas están dañadas, no pueden convertirse en glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Estas células sanguíneas son muy importantes y cada una tiene un trabajo diferente:
· Los glóbulos rojos transportan oxígeno por todo el cuerpo. También llevan dióxido de carbono a los pulmones para que se pueda exhalar.
· Los glóbulos blancos conforman el sistema inmunitario. Combaten los patógenos, que son los virus y las bacterias que pueden provocar enfermedades.
· Las plaquetas juegan un papel importante en la coagulación de la sangre. Normalmente cuando un vaso sanguíneo se rompe, comienza a sangrar. Es entonces cuando las plaquetas se agrupan para tapar la lesión y detener el sangrado.
Trasplante de células madre hematopoyéticas
El trasplante de células madre hematopoyéticas (TCMH) se realiza para tratar ciertas enfermedades hematológicas (de la sangre) malignas, como es el caso de la leucemia, el linfoma, tumores sólidos malignos y trastornos autoinmunes. Las células madre utilizadas para dicho trasplante proceden de la médula ósea, la sangre periférica o la sangre del cordón umbilical.
Hay diferentes tipos de trasplantes de médula ósea/células madre. Hay 2 tipos principales:
Trasplante autólogo. Las células madre para un trasplante autólogo provienen del propio cuerpo. En ocasiones, el cáncer se trata con una dosis alta de quimioterapia intensiva o tratamiento con radioterapia. Este tipo de tratamiento puede dañar las células madre y sistema inmune. Por eso, los médicos extraen, o rescatan, sus células madre de la sangre o de la médula ósea antes de que comience el tratamiento contra el cáncer.
Después de la quimioterapia, las células madre se devuelven a su cuerpo y restauran su sistema inmunitario y la capacidad de su cuerpo para producir células sanguíneas y combatir las infecciones. Este proceso también se denomina autotrasplante o rescate de células madre.
Trasplante alogénico. Las células madre para un trasplante alogénico provienen de otra persona, llamada donante. Las células madre del donante se administran al paciente después de que el paciente recibe quimioterapia o radioterapia. Esto también se llama alotrasplante.
Muchas personas tienen un “efecto de injerto contra las células cancerosas” durante un alotrasplante. Esto se produce cuando las células madre nuevas reconocen y destruyen las células cancerosas que aún están en el organismo. Este es el principal modo en que los alotrasplantes funcionan para tratar el cáncer.
Encontrar un “donante compatible” es un paso necesario para un alotrasplante. Un donante compatible es un donante sano cuyas proteínas sanguíneas, que se denominan antígenos leucocitarios humanos (HLA por sus siglas en inglés), coinciden con los del paciente. Este proceso se denomina tipificación de HLA.
Si las proteínas del donante coinciden con las suyas, es menos probable que se presente un efecto secundario grave llamado enfermedad injerto contra huésped (EICH o GVHD por sus siglas en inglés). En esta enfermedad, las células sanas del trasplante atacan sus células.
Trasplante de sangre de cordón umbilical. En este tipo de trasplante, se utilizan células madre de la sangre del cordón umbilical. El cordón umbilical conecta a un feto con su madre antes del nacimiento. Después del nacimiento, el bebé no lo necesita.
¿Cómo se sabe si el trasplante funcionó?
Un trasplante exitoso si se presenta alguna de estas situaciones:
El recuento sanguíneo vuelve a niveles seguros. Una biometría hemática mide los niveles de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas en la sangre. Al principio, el trasplante provoca que el conteo de estos estos valores sea muy bajo durante 1 a 2 semanas. Esto podría afectar el sistema inmunitario y volverlo vulnerable a infecciones, sangrado y cansancio. Por lo se brindan distintos tratamientos postrasplante de forma preventiva, como trasfusiones intravenosas de plaquetas o prescripción de antibióticos.
Cuando las células madre nuevas se multiplican, producirán más células sanguíneas. Después, los recuentos sanguíneos volverán a subir. Esta es una manera de saber si un trasplante fue exitoso.
El cáncer está controlado. La cura del cáncer suele ser el objetivo principal de un trasplante de células madre. Esto puede ser posible para determinados casos de cáncer, como algunos tipos de leucemia y linfoma.