¿Sabes qué es la diverticulitis?
¿Sabías que el estilo de vida, nuestra dieta y el estrés juegan un gran rol en el desarrollo de diverticulitis? La diverticulitis es una condición que afecta a la mayoría de las personas en algún punto de su vida, y es un tema que no suele comentarse. El estrés al que nos enfrentamos hoy en día, en su mayoría psicológico, básicamente está torturando a nuestro intestino, y hay que recordar que un intestino enfermo es el inicio de muchos desequilibrios en nuestra salud.
Se ha observado que las personas con enfermedades crónicas como cáncer, diabetes y enfermedades del corazón se correlacionan con diverticulitis; a diferencia en países de recolección/cacería se observa un mucho menor propensión a desarrollar diverticulitis. Otra importante relación se debe a que la porción que se consume de fibra es entre 8 a 15 gramos de fibra aproximadamente, cuando idealmente para satisfacer a nuestra microbiota deberíamos consumir 100-150 gramos por día. En un comparativo que se realizó sobre el tiempo de tránsito gástrico y el peso de las heces, de 1200 personas de una población de Uganda y una del Reino Unido, respectivamente, que en Uganda el tiempo de tránsito es de 34 horas, contra 80 horas del Reino Unido (se considera una alimentación occidental). Y respecto a las heces, el promedio eran 110 gramos en la población del Reino Unido, mientras que 400 gramos en la población de Uganda.
Los divertículos son pequeños sacos que se forman en el revestimiento del intestino, principalmente en el colon (parte inferior del intestino grueso). Todos nacemos con una a dos, y con el paso del tiempo se van teniendo más. Se estima que el 35% de las personas menores de 50 años tienen múltiples divertículos y sufren de diverticulosis, que es la acumulación de éstos. La diverticulitis a diferencia es cuando uno de estos sacos, o bien divertículos, se inflaman debido a bacterias que se adentran a ellos, causando una infección. Esta afección se presenta principalmente en la parte izquierda del abdomen, que es la sección descendiente del intestino, y se dirige hacia el colon y recto. Es muy dolorosa, te pueden dar nauseas, fiebre, escalofríos y estreñimiento. .
Las principales causas de la diverticulitis son:
* sobrepeso u obesidad,
* dieta baja en fibra,
* sedentarismo,
* antiinflamatorios como aspirina, ibuprofeno
* cigarro,
* entre otros.
Uno de los principales problemas, es que se cree que el tratamiento, desde un punto de vista convencional, únicamente son cirugía o antibióticos, pero la mayoría de los pacientes recaen. Y es algo que se puede prevenir al consumir una dieta alta en fibra, una microbiota en simbiosis, un intestino sano (no permeable), reducir inflamación celular, y muy importante, reducción de estrés, ya que el cortisol cambia la composición de la microbiota. Desde un enfoque funcional, se trata de resolver el problema de raíz en donde la alimentación y el estilo de vida juegan un rol importantísimo. Es fundamental maximizar y optimizar la función de nuestro intestino.
El caldo de hueso, por sus propiedades antibacteriales y su enorme cantidad de nutrientes es de gran apoyo para la diverticulitis. El té de clavo por su alta cantidad de polifenoles beneficia para restaurar la microbiota intestinal. Posteriormente, agregar vegetales crudos, quinoa, granos integrales. Un mayor consumo de fibra.
Tradicionalmente no se recomendaban semillas porque se creía que se atoraban en los divertículos, sin embargo, sí se recomienda desde un enfoque funcional ya que las nueces y semillas son altas en ácido alfa-linoléico (omega 3) y tienen un efecto antiinflamatorio que ayuda a prevenir la diverticulitis.
En resumen, está en nuestras manos nuestra salud y todo se resume a nuestro estilo de vida. La diverticulitis es una enfermedad relacionada al envejecimiento, el cual también se puede frenar. Cambios tan simples como mejorar nuestra alimentación, reducir nuestro estrés, mejorar nuestra calidad de sueño, realizar ejercicio, meditar, hacer actividades que nos gusten, pueden ser una diferencia en la salud. La mayoría de las personas sufren de problemas gastrointestinales, en muchas casos debido al estrés. Creo que no hay que esperar a que un problema “x” se convierta en algo más grave. Vale la pena ponerle atención a nuestro estilo de vida y vivir con calidad todos los días.