¿Sabías que no es lo mismo alimentarte que nutrirte?

¿Sabías que no es lo mismo alimentarte que nutrirte?

Nuevos estudios demuestran la gran neuroplasticidad y capacidad del cerebro a desarrollarse y transformarse en cualquier etapa de la vida con un estilo de vida saludable. A pesar de nuestra salud y predisposición genética, el proceso de envejecimiento no está predeterminado. Al tomar decisiones conscientes de nuestro comportamiento y estilo de vida, manipulamos la experiencia de nuestro cuerpo y podemos cambiar nuestra edad biológica.

Cuántas veces hemos escuchado que el cuerpo es una máquina perfecta, y lo interesante es que si lo es. Tiene una perfecta sincronización y además funciona durante todo el día, es por ello que proporcionarle la energía que requiere para su funcionamiento es crucial y esto se logra sólo con la nutrición. Sin embargo, el cuerpo puede fallar como cualquier máquina, por ello en ocasiones se presentan enfermedades como la diabetes mellitus, la obesidad, la desnutrición, la anemia, la hipertensión, así́ como enfermedades gastrointestinales y cardiacas.

¿Qué es la alimentación?

La alimentación es un proceso voluntario, considerado una necesidad fundamental para los seres humanos, que se trata de la obtención de sustancias energéticas, estructurales y catalíticas, necesarias para la vida del organismo. Su proceso comienza con la selección de alimentos y continúa con la prevaricación e ingestión de ellos y está influida por factores geográficos, socioeconómicos, culturales y psicológicos.

Un alimento es aquel producto o sustancia líquida o sólida, que al ser ingerida aporta nutrimentos que cumplen con los requisitos de un organismo para mantener el crecimiento, desarrollo y bienestar.

La alimentación tiene tres funciones vitales:

  • Biológica: debe de proveer todas las sustancias que nuestro organismo requiere
  • Psicológica: el comer alimentos debe causar placer.
  • Social: en muchos casos provee convivencia entre las personas.

Es importante destacar que la nutrición y la alimentación se consideran dos conceptos diferentes.

¿Qué es la nutrición?

La nutrición constituye un proceso fundamental en el desarrollo de la vida humana. Es un conjunto de procesos involuntarios mediante los cuales el cuerpo humano incorpora, transforma y utiliza los nutrimentos suministrados a partir de los alimentos, con la finalidad de realizar funciones vitales.

Incluye varios procesos: digestión de los alimentos, absorción, metabolismo de los nutrimentos asimilados y excreción de los desechos no absorbidos.

La palabra nutrir significa proporcionar a un organismo las sustancias que necesita para su conservación y crecimiento. Cuando hablamos de nutrir, nos referimos a la concepción de la palabra en inglés nurture, es decir hacemos referencia a cuidarnos, protegernos, alimentarnos, estimularnos y existir desde el autocuidado, amor y el genuino deseo de estar saludables en mente y cuerpo.

Este existir debe ser integral, es decir, necesitamos darle al cuerpo y al cerebro la materia prima que necesitan para su construcción a través de un estilo de vida que incluya una buena alimentación y suplementación nutricionales, calidad en el sueño, equilibrio hormonal, pensamientos saludables, ejercicio, manejo adecuado del estrés, meditación, una desintoxicación adecuada, así como construir relaciones interpersonales y profesionales saludables. En otras palabras, poseer un proyecto de vida sano a nivel  personal, nutricional, social, emocional, espiritual e intelectual.

Quizá no nos  darnos cuenta, pero los alimentos que comemos día a día podrían estar corrompiendo la salud y disminuyendo nuestro tiempo de vida. Es decir, los alimentos tienen el poder de sanar o deteriorar.

Una pregunta constante es la de cómo saber qué alimentos están dañando nuestro cuerpo y cuales están contribuyendo a la salud y bienestar. Eso es justamente lo que aprenderás aquí.

Para la mayoría de nosotros, consumir alimentos tóxicos es muy fácil aún para los que ya han limpiado su dieta y han mejorado sus hábitos.  La comida procesada, el ganado, la agricultura, los cambios climáticos y la poca información acerca de todos estos factores ésta logrando que nuestras elecciones sean pobres, insuficientes, perjudiciales y tengan un efecto negativo en nuestro estilo de vida y en nuestra salud.  México experimenta el curioso fenómeno de vivir una fiesta permanente, en donde la comida juega el papel principal. En su mayoría, los mexicanos consumen alimentos que afectan la salud y no se aventuran a encontrar elecciones más saludables, sustituir ingredientes, así como romper las asociaciones de la comida con las emociones: comida-placer, comida-aburrimiento, comida-estrés, etc.

Hoy, el precio de lo anterior está siendo muy caro, debido a nuestra dieta rica en harinas procesadas y viviendo una cruda eterna por “malpasarnos” de la vitamina T: tacos, tamales, tortas, tostadas, tequila y  tlacoyos. Es interesante analizar que la mayoría de las veces comemos en respuesta a nuestra mente y no las necesidades nutrimentales de nuestro organismo. Con esto llega la llamada diabesidad término creado por el Dr. Mark Hyman (Obesidad + Diabetes), que ya es una epidemia mundial, así como el  cáncer, hipertensión y muchas otras enfermedades.

Alimentamos a nuestro cuerpo sin consultarlo. Comemos sin tomar en cuenta que es lo que estamos comiendo para darle una nutrición física sana o para tener un cuerpo saludable.

El problema es que nos enseñaron a comer para celebrar el que nos encontramos contentos, consolar con comida nuestra tristeza y apapacharnos con antojos si estamos enojados, así como compartir con comida el enamoramiento de pareja.

Efectos positivos de una buena nutrición

Es importante comprender que si nutrimos a nuestro cuerpo con alimentos que contienen ingredientes de buena calidad, no solo aumentarán nuestros niveles de energía, sino además tendremos un humor más estable,  habrá una pérdida de peso en forma permanente, existirá una mayor motivación para hacer ejercicio, mejorará nuestro cerebro y mejorarán nuestras relaciones laborales, personales y familiares.

Los alimentos pueden incluso ayudar a modificar los genes. Si, leíste bien: la alimentación (la mediterránea en particular), tiene un efecto claramente positivo en la expresión de nuestros genes, disminuyendo la glucosa y el colesterol.  Es aquí donde la epigénetica juega un papel importante, es decir, con nuestras acciones podemos afectar positivamente a nuestro material genético.

La epigenética estudia la forma en la que factores externos como la alimentación, el estrés, algunos productos sumamente tóxicos como el cigarro, el electromagnetismo y los metales pesados, así como la práctica de la meditación pueden influir positiva o negativamente en la expresión de nuestros genes, es decir, nuestro genoma.

Existía la idea de que nuestros genes determinan nuestra vida futura, pero en realidad no es así, ya que cada individuo reacciona a los alimentos o a los medicamentos de distinta forma. No todos tienen los mismos riesgos para desarrollar una misma enfermedad. A través de nuevos estudios genéticos, se puede informar a cada individuo, qué dieta tolerará mejor y qué vitaminas y antioxidantes necesita en base a su genética. Con estos estudios también de puede detectar la microbioma intestinal, qué medicamentos y muchas otras sustancias como el café, o el alcohol desintoxica o no.

Está en nosotros transformar nuestra carga genética y así evitar enfermedades que podrían desarrollarse y una forma recomendable para hacerlo es cuidar los nutrimentos que consumimos.  Un nutrimento es la unidad funcional mínima que la célula utiliza y que es provista a partir de la alimentación. Puede tener una función concreta y  otro puede ser utilizado para varias funciones. Existen 6 tipos de nutrimento: Glúcidos, Lípidos, Proteínas, Vitaminas, Agua y Sales minerales. Cada uno cumple unas funciones distintas, aportando los elementos necesarios para nuestras células.

Al finalizar el día, cada uno de nosotros hemos ingerido una serie de alimentos y platillos que se conoce como dieta: todo aquello que consumimos  en el transcurso de un día y puede ser baja en sodio, vegetariana, baja en grasa etc. Por lo tanto, todos los seres humanos nos encontramos a dieta a diario, la diferencia radica en el tipo que debe consumir cada uno con base en la edad, el sexo, la estatura, el peso, la condición clínica, económica y social.

Como la dieta es la unidad de la alimentación y una buena alimentación se define por una buena dieta, es fundamental describir lo que cuál es la correcta, a esto se le conoce como “dieta recomendable”.

Es importante que la dieta contenga todos los nutrimentos en cantidades que cubran las necesidades del organismo, pero sin excesos que pudieran causar toxicidad. Esto puede resumirse en tres palabras: completa, suficiente y equilibrada. Junto con lo anterior es fundamental que la dieta sea inocua, o sea libre de bacterias y toxinas.

Desde el punto de vista sensorial, es importante que lo que comemos tenga un buen sabor y diversidad. Hasta el platillo más sabroso acaba por hastiar si se consume día tras día. De ahí la importancia de que nuestra alimentación sea variada con diferentes colores, texturas y sabores. La parte sociológica está compuesta por factores como las costumbres, la religión o la convivencia y es recomendable que sea adecuada a las características del individuo y a sus circunstancias. Se deben considerar variables como las condiciones de salud, la edad, el sexo, la estatura, la actividad física, la cultura, el nivel socioeconómico, el país, el clima y hasta estilo de vida, como por ejemplo si come en la calle, se viaja constantemente, se visitan restaurantes constantemente, etc.

Podemos prevenir y curar cientos de enfermedades y síntomas con una buena alimentación, ya que es parte fundamental de nuestra vida. También, debemos realizar las elecciones correctas para un óptimo funcionamiento corporal.

Lo recomendable es lograr una dieta “80-20”: un estilo de vida permanente, en donde el  80% de los alimentos que consumimos nos desinflaman y regeneran, tal y como lo logran los alimentos vivos, e intentar consumir un 20% o menos de comida procesada.

Debemos de dar rotación a la dieta con el fin de obtener diferentes tipos de vitaminas, minerales y antioxidantes y no ingerir los mismos alimentos constantemente. Es muy importante anticipar y planear nuestras compras, para realizar mejores elecciones.