Síndrome de ovario poliquístico

El SOP, o síndrome de ovario poliquístico, ocurre cuando las hormonas de una mujer están desequilibradas. Imagina el cuerpo como una fábrica que produce diferentes tipos de hormonas. En el síndrome de ovario poliquístico, la fábrica se confunde un poco y produce demasiadas hormonas llamadas andrógenos, que a menudo se consideran "hormonas masculinas", aunque las mujeres también las tienen.
Debido a esta confusión, es posible que los ovarios (donde los óvulos se almacenan en pequeños sacos llamados folículos) no liberen óvulos como se supone que deben hacerlo. En lugar de que los folículos se abran para liberar un óvulo cada mes, pueden convertirse en pequeños quistes (que son como pequeños globos llenos de líquido) en los ovarios. Esto puede hacer que los períodos sean realmente irregulares o incluso impedir que se produzcan.
Signos y síntomas del síndrome de ovario poliquístico
Las mujeres experimentarán al menos 2 o 3 síntomas de la siguiente lista. De hecho, esta es la cantidad mínima de síntomas necesarios para el diagnóstico. Los síntomas más comunes se dividen en 3 categorías:
Síntomas menstruales
- Períodos irregulares: definidos como ciclos con > 35 días de diferencia o <8 ciclos en un año
-Sangrado menstrual abundante hasta el punto de interferir con la rutina diaria.
Signos de exceso de andrógenos (hormonas "masculinas")
-Acné
-Crecimiento del vello en la cara y el cuerpo.
-Adelgazamiento del cabello en el cuero cabelludo
Ovarios poliquísticos vistos en una ecografía
-Tener 12 o más quistes pequeños en cada ovario que miden entre 2 y 9 mm de ancho y/o tener ovarios que miden más de 10 mililitros de tamaño.
Si bien lo siguiente no es necesario para el diagnóstico, siguen siendo bastante comunes:
- Oscurecimiento de la piel en las axilas, el cuello o la ingle.
- Infertilidad, que se debe a la falta de ovulación.
- Fluctuaciones de peso: normalmente aumento de peso y obesidad.
- Depresión y/o ansiedad
- Problemas con la calidad del sueño
No todas las mujeres con SOP experimentan todos los signos y síntomas asociados. La combinación puede variar de una mujer a otra. Además, otras condiciones de salud pueden provocar síntomas similares, lo que hace que sea difícil identificar con precisión el síndrome de ovario poliquístico.
Las causas fundamentales del síndrome de ovario poliquístico
Comprender las causas fundamentales puede ayudarle a desarrollar planes de tratamiento personalizados para sus pacientes.
Genética
Un historial familiar de diabetes u obesidad puede predisponer a las personas a esta afección. Además, las mujeres con una madre o hermana con síndrome de ovario poliquístico corren un mayor riesgo. Sin embargo, es importante reconocer que la genética no es la historia completa.
Resistencia a la insulina
Piense en la insulina como una llave que abre las puertas de las células para dejar entrar la glucosa y utilizarla como energía. En el síndrome de ovario poliquístico, es como si las cerraduras de las puertas estuvieran un poco oxidadas. Las llaves (insulina) no pueden abrir las puertas (células) correctamente, por lo que el cuerpo tiene que producir más llaves para intentar introducir la glucosa en el interior.
Este problema, donde a las llaves les cuesta abrir las puertas, se llama resistencia a la insulina. Debido a que hay demasiadas claves flotando (insulina alta), el cuerpo comienza a actuar de manera diferente.
En los ovarios, los niveles elevados de insulina pueden provocar una producción excesiva de andrógenos (como la testosterona). Aunque los andrógenos normalmente están presentes en las mujeres en pequeñas cantidades, un exceso puede alterar el equilibrio hormonal y provocar el síndrome de ovario poliquístico.
Inflamación de bajo nivel
El síndrome de ovario poliquístico está relacionado con una inflamación de bajo nivel en el cuerpo. La inflamación no siempre es mala y, de hecho, es la respuesta natural del cuerpo a los invasores. Sin embargo, en el síndrome de ovario poliquístico, la inflamación es como tener una alarma silenciosa que siempre está encendida. Esta inflamación constante de bajo nivel es otro factor que contribuye a que los ovarios produzcan demasiados andrógenos.
La inflamación crónica también podría desempeñar un papel en hacer que el cuerpo sea resistente a la insulina. Este ciclo de inflamación, desequilibrio hormonal y resistencia a la insulina es parte de lo que hace que el síndrome de ovario poliquístico sea una afección compleja.
¿Cómo diagnosticar el síndrome de ovario poliquístico (SOP)?
El síndrome de ovario poliquístico debe ser diagnosticado por un médico que evaluará los síntomas y los antecedentes médicos y realizará evaluaciones de diagnóstico.
Paso 1: utiliza los criterios de Rotterdam:
Deben estar presentes dos de tres marcadores específicos para confirmar un diagnóstico:
- Ovulación irregular o ausente (que se manifiesta como períodos menstruales irregulares o faltantes)
- Signos de hiperandrogenismo (un exceso de hormonas masculinas)
- La detección de ovarios poliquísticos mediante ecografía.
El síndrome de ovario poliquístico puede verse diferente según el individuo y no todos experimentarán el mismo conjunto de signos o síntomas. Este criterio garantiza que una gama más amplia de mujeres sean reconocidas y diagnosticadas adecuadamente.
Paso 2: Profundizar con pruebas para comprender la causa raíz del síndrome de ovario poliquístico
Varias pruebas de laboratorio pueden ayudarnos a comprender la causa raíz del síndrome de ovario poliquístico de su paciente.
- Evaluaciones hormonales exhaustivas
Por lo general, primero se realizan análisis de sangre. Un panel exhaustivo que pruebe al menos LH (hormona luteinizante), FSH (hormona folículo estimulante) y testosterona brinda información inicial importante sobre el equilibrio de las hormonas sexuales.
En mujeres sin síndrome de ovario poliquístico, la proporción LH:FSH es de 1:1. En el síndrome de ovario poliquístico, la proporción suele ser mayor que 1, donde el valor de LH es mayor que el valor de FSH. Este aumento contribuye a que los ovarios produzcan más andrógenos. Si bien es un hallazgo común en la mayoría de las mujeres con SOP, esta alteración de la proporción no forma parte de los criterios de diagnóstico.
El nivel esperado de testosterona para una mujer sin SOP está en el rango de 15 a 70 ng/dL. En el síndrome de ovario poliquístico, los niveles de testosterona pueden ser mucho más altos, aunque generalmente no superan los 150 ng/dl (más de 200 ng/dl en una mujer biológica justifica una evaluación adicional por parte de un médico).
El plan de tratamiento definitivo para el síndrome de ovario poliquístico
Al centrarnos en las causas fundamentales, podemos forjar un camino hacia el control de los síntomas y un mayor bienestar. Aquí está el proceso paso a paso para tratar esta compleja condición:
- Reducir significativamente la inflamación
Es probable que la inflamación sea un factor que contribuya a la resistencia a la insulina y también puede tener un efecto negativo en los ovarios, específicamente en el desarrollo del folículo y la ovulación.
Una dieta antiinflamatoria es el mejor primer lugar para comenzar cuando se intenta reducir la inflamación.
Agrega: alimentos integrales como frutas y verduras de colores, cereales integrales, proteínas magras y fuentes de grasas saludables como aguacates, nueces, semillas y aceite de oliva para combatir la inflamación.
Evita/Reduzce: alimentos ultraprocesados, dulces, bebidas azucaradas, alimentos con grasas trans o saturadas (que se encuentran en algunas carnes, alimentos fritos y productos horneados), cereales refinados (como el pan blanco) y alcohol excesivo.
Incluye: hierbas y especias como ajo, jengibre, cúrcuma, canela y pimienta de cayena, que pueden proporcionar beneficios antiinflamatorios adicionales.
Los suplementos también pueden ayudar a que el cuerpo pase a un modo más antiinflamatorio. Los ácidos grasos omega-3, por ejemplo, pueden ayudar a reducir la inflamación y potencialmente mejorar la sensibilidad a la insulina. Por lo general, se requiere una ingesta diaria de al menos 2 gramos de un suplemento de aceite de pescado de alta calidad para lograr un efecto antiinflamatorio.
Tenga en cuenta que cada paciente es diferente y la dosis debe modificarse en consecuencia.
2. Revertir la sensibilidad a la insulina
Dado que la sensibilidad a la insulina juega un papel tan importante en el desarrollo del síndrome de ovario poliquístico, revertir este proceso es importante para que podamos detener los efectos negativos que la mala regulación del azúcar en sangre tiene en los ovarios.
Los medicamentos pueden ser realmente útiles aquí cuando sea apropiado, específicamente el uso de metformina, que es un agente sensibilizante a la insulina oral; básicamente, es un medicamento recetado para ayudar a respaldar el uso adecuado de la insulina y ayudar a reducir el azúcar en la sangre. También se ha demostrado que favorece una ovulación saludable en la población con síndrome de ovario poliquístico.
La dieta también es esencial para restablecer una regulación saludable del azúcar en sangre. Específicamente:
Incluye opciones ricas en fibra como frutos rojos, verduras, leguminosas y cereales integrales, que pueden retardar la absorción de glucosa y favorecer la sensibilidad a la insulina. La cantidad recomendada para una mujer es de 25 g de fibra al día.
No te saltes el desayuno. Las investigaciones muestran una correlación entre saltarse el desayuno y una mayor tasa de sensibilidad a la insulina.
Reduce el consumo de alimentos con un índice glucémico alto, como papas, arroz y golosinas azucaradas, que provocan aumentos rápidos del azúcar en sangre. Las investigaciones correlacionan este tipo de alimentos con una mayor tasa de resistencia a la insulina.
Se ha demostrado en investigaciones que la actividad física regular ayuda a reducir la sensibilidad a la insulina. Los ejercicios aeróbicos, el entrenamiento de resistencia y el HIIT mejoran la sensibilidad a la insulina de maneras únicas, lo cual es importante para la salud metabólica. Los ejercicios aeróbicos mejoran el uso de la glucosa y la circulación, el entrenamiento de resistencia fortalece los músculos y aumenta la respuesta a la insulina, y el HIIT mejora significativamente el metabolismo de la glucosa y la sensibilidad a la insulina, reduciendo también los ácidos grasos nocivos.
Los suplementos específicos también pueden mejorar los esfuerzos para apoyar la producción y el uso saludable de insulina.
Minerales como el zinc, el magnesio y el cromo apoyan la función de la insulina y el bienestar metabólico con sus efectos directos e indirectos sobre la cantidad de insulina que produce nuestro cuerpo y su funcionamiento. Las investigaciones muestran las siguientes dosis recomendadas:
- Magnesio: 200-400 mg al día
- Cromo: 200-1000 mcg al día
- Zinc: 25 mg al día
Algunos otros nutrientes también pueden ser adiciones efectivas al plan de tratamiento:
- Inositol: la combinación de mio inositol (2000 mg) y d-chiro inositol (50 mg) (una proporción de 40:1) dos veces al día se ha destacado por sus beneficios en la sensibilidad a la insulina y la función ovárica.
- Ácido alfa lipoico (ALA): 400 mg al día, tomados con el estómago vacío, pueden ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina, especialmente en aquellos que tienen antecedentes familiares de diabetes.
- Berberina: 500 mg dos o tres veces al día antes de las comidas puede ayudar a reducir la resistencia a la insulina y ayudar a regular el ciclo menstrual; la berberina tiene posibles interacciones medicamentosas, lo que destaca la importancia de la orientación sanitaria.
- NAC (N-acetilcisteína): este antioxidante, en dosis de 1500 mg al día, puede mejorar la sensibilidad a la insulina en pacientes con síndrome de ovario poliquístico.
El estrés también tiene un efecto significativo sobre la resistencia a la insulina. ¡Interactúa con al menos seis vías metabólicas diferentes! Por lo tanto, el manejo del estrés debería ser parte de un plan de tratamiento exhaustivo. La meditación, el yoga, la respiración profunda y la terapia cognitivo-conductual (TCC) son beneficiosas.
3. Reequilibrar las hormonas
Después de los dos primeros pasos, es probable que las hormonas comiencen a regularse por sí solas. Sin embargo, en muchos casos, es posible que los profesionales quieran apoyar aún más la regulación hormonal.
Sin un equilibrio hormonal adecuado, la salud ovárica y la ovulación pueden verse afectadas negativamente. Además, el desequilibrio hormonal es la razón detrás de muchos de los incómodos síntomas del síndrome de ovario poliquístico.
Si la fertilidad no es una prioridad, los anticonceptivos orales pueden ayudar a regular el ciclo menstrual y reducir los niveles de andrógenos. Esta es una excelente opción para reducir muchos síntomas del síndrome de ovario poliquístico, como el acné, el hirsutismo (crecimiento del vello facial) y la caída del cabello, ya que altera directamente la producción de hormonas.
Sin embargo, los anticonceptivos orales no solucionarán las causas fundamentales mencionadas anteriormente y pueden no ser una opción adecuada para todos los pacientes, especialmente aquellos que fuman o tienen condiciones/factores de riesgo cardiometabólicos importantes.
Para las opciones no farmacéuticas, se pueden utilizar de forma eficaz ciertos remedios a base de hierbas. Se ha demostrado que el té de menta verde, por ejemplo, reduce los niveles de testosterona y alivia el hirsutismo (vello facial) con solo dos tazas al día.
Vitex también es una opción a base de hierbas muy conocida, conocida por sus dones que regulan el ciclo y mejoran la ovulación, a partir de 500-1000 mg diarios para estimular la regularidad y la fertilidad.
4. Específicamente para la fertilidad:
Tratar las causas fundamentales como se describe anteriormente conducirá naturalmente a un aumento de la fertilidad también. Sin embargo, si la fertilidad es el objetivo principal, se deben considerar medicamentos para acelerar el proceso.
Los graves riesgos del síndrome de ovario poliquístico no tratado
Ignorar el síndrome de ovario poliquístico puede generar riesgos graves, como un mayor riesgo de:
- Diabetes tipo 2 debido al aumento de la resistencia a la insulina con el tiempo
- Hipertensión (presión arterial alta) e hiperlipidemia (colesterol alto), los cuales contribuyen significativamente a las enfermedades cardiovasculares
- Enfermedad del hígado graso no alcohólico, una afección que puede derivar en problemas hepáticos peligrosos
- Desequilibrios hormonales y ovulación inconsistente que conducen a la infertilidad.
- Complicaciones del embarazo como riesgos elevados de abortos espontáneos, diabetes gestacional y partos prematuros.
- Ciertos cánceres: endometrio, ovario y mama