Trastorno del espectro Autista

El 2 de abril se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, decretado por las Naciones Unidas con el objetivo de mejorar la calidad de vida tanto de la población infantil como los adultos que sufren esta discapacidad y así poderles brindar una mejor calidad de vida.
El autismo es un trastorno del desarrollo que ocurre inicialmente en la primera infancia. Por lo general, afecta el lenguaje, el comportamiento y las habilidades sociales durante el desarrollo infantil.
Se desconoce la causa exacta del autismo, pero algunas razones pueden incluir medicamentos (específicamente ácido valproico y talidomida) administrados durante el embarazo, exposición a toxinas, infecciones, inflamación, intestino permeable, deficiencias de nutrientes, alergias alimentarias y errores innatos del metabolismo.
Se sabe que algunos niños con autismo mejoran con intervenciones naturales como una dieta libre de gluten y lácteos.
¿Qué es el autismo?
El autismo, también conocido como trastorno autista o trastorno del espectro autista (TEA), se define como una discapacidad del desarrollo que causa importantes desafíos sociales, de comunicación y de comportamiento. El autismo se considera un trastorno del espectro porque, si bien algunos niños solo tienen síntomas leves, otros pueden tener signos graves de autismo que desafían la vida.
Los síntomas del autismo pueden diferir según el individuo, pero las personas con TEA a menudo tienen dificultades sociales continuas, incluidos problemas para comunicarse e interactuar con los demás. También pueden realizar comportamientos repetitivos sin tener interés en muchas actividades. Los síntomas del autismo generalmente aparecen dentro de los primeros dos años de vida en el 80% al 90% de los casos
La prevalencia mundial está alrededor del 1%. Se da más frecuentemente en hombres que en mujeres, en una relación 4:1, aunque se ha observado que las mujeres con autismo tienden a expresar un mayor compromiso cognitivo
¿Cuál es la causa el autismo?
Según los CDC, puede haber varios factores diferentes que hacen que una persona sea más propensa a tener autismo, incluidos factores ambientales, biológicos y genéticos. Un intestino permeable y una microbiota intestinal anormal también se han asociado con el TEA.
El TEA comúnmente comienza antes de que un niño cumpla tres años y luego dura toda su vida. Algunos niños con autismo alcanzan sus hitos de desarrollo hasta aproximadamente los 18 a 24 meses, pero luego dejan de progresar o incluso pierden las habilidades que ya tenían.
Tratamiento convencional
Después de un diagnóstico de autismo, el tipo de tratamiento de autismo recomendado para su hijo depende de sus necesidades individuales.
¿Existe un tratamiento farmacológico para el autismo?
No existe un medicamento estándar para el autismo. Según los CDC, “No existen medicamentos que puedan curar el TEA o tratar los síntomas centrales.
El tratamiento para el trastorno del espectro autista es un desafío, pero muchos expertos coinciden en que la intervención temprana es clave y que la mayoría de los niños autistas responden bien a programas especializados altamente estructurados.
A veces, los médicos convencionales recomiendan medicamentos que pueden abordar ciertos aspectos del comportamiento del autismo. Los medicamentos para el tratamiento del autismo incluyen inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS) y medicamentos antipsicóticos. Sin embargo, estos medicamentos tienen una capacidad limitada para mejorar los síntomas del autismo.
Dieta para el autismo
Alimentos para comer
Alimentos no procesados y sin aditivos: los aditivos alimentarios pueden ser problemáticos para el trastorno de déficit de atención; es mejor comer alimentos integrales ricos en nutrientes no procesados preparados en casa.
Caldo de hueso: el caldo de hueso proporciona importantes aminoácidos y minerales que pueden ayudar a curar el intestino permeable y mejorar las deficiencias minerales.
Aves de corral: Las aves como el pavo orgánico contienen triptófano, un aminoácido que es precursor de la serotonina (neurotransmisor encargado del bienestar y felicidad). La investigación ha demostrado que las personas con TEA pueden tener una disminución del "metabolismo del triptófano", lo que puede alterar el adecuado desarrollo cerebral, la actividad neuroinmune y la función mitocondrial.
Alimentos ricos en probióticos: agregar alimentos fermentados a la dieta como kéfir, chucrut o kimchi ya que contienen probióticos, los cuales son esenciales para ayudar a reparar un intestino permeable. Cada vez más, la investigación muestra que un equilibrio saludable de microbiota en el organismo tiene un gran impacto en el autismo.
Un estudio publicado en 2013 mostró que, en comparación con los niños sanos, aquellos con autismo tenían "niveles alterados de varias especies de bacterias intestinales, incluida una menor cantidad de Bifidobacterium, la cual se caracteriza por promover la buena salud intestinal".
Pescados silvestres: Una dieta alta en omega-3 es fundamental para la salud cerebral. Según un metanálisis de ensayos controlados aleatorios publicado en 2017 en la revista Neuropyschiatric Disease and Treatment, encontro que una deficiencia de ácidos grasos omega-3 puede estar relacionada con TEA.
Alimentos a evitar
Gluten: algunos padres de niños con TEA informan que los síntomas empeoran después del consumo de gluten, lo que puede indicar sensibilidad. Por lo que se debe de evitar todos los alimentos hechos con trigo, como el pan, la pasta y el cereal de trigo.
Lácteos de vaca: la proteína de los lácteos de vaca, llamada caseína A1, puede desencadenar una reacción similar a la del gluten y, por lo tanto, debe evitarse de la dieta convencional. Para la adecuada obtención de calcio, se aconseja aumentar el consumo de las verduras de hoja verde. El kéfir de coco es una excelente opción.
Azúcar: el azúcar puede provocar fluctuaciones en el nivel de azúcar en la sangre y provocar problemas de comportamiento. Evitar cualquier forma de azúcar concentrada, incluidos dulces, postres, refrescos o jugos de frutas. También se ha demostrado que el azúcar tiene importantes efectos negativos en el cerebro.
Aditivos alimentarios: los niños con autismo, especialmente aquellos que también tienen TDAH, pueden ser sensibles a una variedad de aditivos y colorantes para alimentos. Por lo tanto, se deben evitar todos los alimentos procesados.
Soya: La soya es una alergia alimentaria común y contiene ácido fítico, un tipo de antinutriente que afecta la absorción de nutrientes y puede irritar los intestinos causando el síndrome del intestino permeable.
Suplementos naturales para el autismo
1. Aceite de pescado (1000 miligramos diarios)
Los ácidos grasos omega-3 de cadena larga, específicamente el EPA / DHA en el aceite de pescado, son críticos para la función cerebral y son altamente antiinflamatorios. La suplementación con ácidos grasos omega-3 como el aceite de pescado es una de las prácticas complementarias y alternativas más utilizadas en niños con trastorno del espectro autista.
2. Enzimas digestivas (1-2 cápsulas con cada comida)
Dado que los niños con autismo tienden a tener problemas digestivos y también pueden tener intestino permeable, las enzimas digestivas pueden ayudar con la absorción de vitaminas y minerales.
3. Vitamina D3 (2000–5000 UI)
La deficiencia de vitamina D es más común en niños con autismo en comparación con niños sin autismo. Esta es una vitamina clave necesaria para una función cerebral saludable. Una deficiencia de vitamina D en una madre embarazada también puede aumentar el riesgo de autismo en su descendencia.
Un estudio incluso mostró que las tasas de autismo son más altas entre los bebés concebidos en los meses de invierno (cuando los niveles de vitamina D tienden a ser más bajos en los seres humanos debido a la menor exposición a la luz solar).
4. Probiótico (50 mil millones de unidades diarias)
Los niños con autismo suelen experimentar problemas gastrointestinales como dolor abdominal, estreñimiento y diarrea. Dado que el autismo puede estar relacionado con problemas digestivos, la ingesta diaria de un probiótico de buena calidad puede ayudar a mantener la salud intestinal y un equilibrio óptimo de bacterias buenas y malas en el intestino.
5. L-carnitina (250 a 500 miligramos diarios)
Se ha demostrado que este aminoácido mejora los síntomas del autismo. Un estudio publicado en 2013 con 30 niños autistas como sujetos muestra que el suplemento de l-carnitina puede mejorar los síntomas del comportamiento.