Tratamiento funcional para el tratamiento y recuperación del cáncer de ovario
El cuerpo tiene dos ovarios (uno a cada lado del útero) que producen dos hormonas conocidas como estrógeno y progesterona. Estas hormonas desempeñan un papel esencial en el desarrollo del tejido mamario, el vello corporal y la forma del cuerpo, así como en la fertilidad y la menstruación.
Entonces, ¿qué sucede si se encuentra tejido canceroso en estas glándulas ováricas? Analicemos más profundamente el cáncer de ovario y las terapias integrativas que pueden usarse junto con el tratamiento convencional para el cáncer de ovario.
¿Qué es el cáncer de ovario?
El cáncer surge cuando una célula o grupo de células comienza a descontrolarse. Si imaginamos a las células como un automóvil en una calle de la ciudad, una célula "respetante de la ley" se detiene en los semáforos en rojo, reduce la velocidad en los semáforos en amarillo y pasa por los semáforos en verde. Sin embargo, una célula cancerosa ignora los semáforos y pasa directamente por los semáforos en verde, amarillo y rojo. Como se puede imaginar, esta célula imprudente puede causar gran destrucción y daño en el camino. Un diferenciador clave entre una célula normal y una célula cancerosa es que una célula cancerosa ignora los semáforos del cuerpo. El cuerpo tiene mecanismos innatos para garantizar que las células no crezcan sin control (es decir, semáforos). Sin embargo, las células cancerosas pueden anular estos mecanismos.
Cuando las células de los ovarios, las trompas de Falopio o el peritoneo ignoran las luces rojas y continúan multiplicándose, pueden formar masas que comienzan a invadir el tejido sano cercano. Esto es lo que se conoce como cáncer de ovario.
Síntomas del cáncer de ovario
Puede resultar complicado diagnosticar el cáncer de ovario ya que no siempre produce síntomas perceptibles. A veces, los síntomas del cáncer de ovario pueden confundirse con problemas intestinales o urinarios. Varios de los síntomas o signos que pueden presentarse con el cáncer de ovario incluyen:
- Sensación de saciedad después de las comidas.
- Hinchazón o distensión del abdomen.
- Fatiga
- Cambios urinarios: aumento de la frecuencia o urgencia
- Estreñimiento o cambios en las deposiciones.
- Dolor o malestar pélvico
Si experimentas algunos de estos síntomas, no entre en pánico. Primero, busca un examen exhaustivo para evaluar el origen de sus síntomas. Recuerda, varias patologías pueden provocar los síntomas enumerados anteriormente y no son específicas del cáncer de ovario.
¿Qué causa el cáncer de ovario?
La patogénesis del cáncer de ovario es multifactorial. Sin embargo, alrededor del 10% de los cánceres de ovario tienen un componente genético conocido. Esto incluye BRCA1, BRCA2, síndrome de Lynch y otros. Existe un mayor riesgo de desarrollar cáncer de ovario en personas que tienen antecedentes familiares de cáncer de ovario, mama o colon. Las mujeres con endometriosis o que usan terapia hormonal (estrógeno y/o progesterona) después de la menopausia tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de ovario. El estado de riesgo de una persona también puede ser mayor para aquellas que nunca han llevado un embarazo a término o que han tenido su primer embarazo a término después de los 35 años.
También se han evaluado niveles bajos de zinc en pacientes con cáncer de ovario, lo que sugiere que puede haber una asociación entre los niveles circulantes de zinc y el riesgo de cáncer de ovario. El comportamiento sedentario también puede aumentar el riesgo de cáncer de ovario.
Laboratorios de medicina funcional para ayudar en el tratamiento y la recuperación del cáncer de ovario
Actualmente, no existe ninguna prueba de detección del cáncer de ovario. Sin embargo, existen formas de evaluar si usted tiene un mayor riesgo de desarrollar cáncer de ovario. Algunos de estos laboratorios también pueden ser útiles al tomar decisiones de tratamiento.
Prueba genética
Si hay antecedentes familiares conocidos de cáncer de mama o de ovario, puede ser beneficioso realizar pruebas genéticas para determinar si tiene una mutación BRCA1 o BRCA2. Estas mutaciones son responsables de la mayoría de los cánceres de ovario hereditarios. Si uno de sus padres tiene una mutación BRCA1/2, existe aproximadamente un 50 % de posibilidades de heredar esta mutación. Las personas de ascendencia judía asquenazí tienen más probabilidades de tener una mutación BRCA. Para aquellas con una mutación BRCA1, la estimación es que el riesgo de desarrollar cáncer de ovario está entre el 35% y el 70%. Al realizar pruebas para ver si tiene la mutación BRCA1, puede ser proactivo en cuanto a los exámenes de prevención y vigilancia.
Pruebas hormonales
Se ha demostrado en investigaciones que la infertilidad, la endometriosis y el uso de hormonas después de la menopausia aumentan el riesgo de cáncer de ovario. Si actualmente sufres de infertilidad o endometriosis, puede resultar útil realizar un análisis exhaustivo de sus hormonas para evaluar la causa fundamental. La prueba DUTCH completa puede ser un excelente punto de partida, ya que te brindará una descripción general de tus hormonas y mostrará cualquier desequilibrio.
Enfoque de medicina integrativa para la recuperación y el tratamiento del cáncer de ovario
La oncología integrativa es un enfoque que combina la medicina convencional con la medicina funcional basada en evidencia para aumentar la calidad de vida, disminuir los efectos secundarios y mejorar la supervivencia general en pacientes con cáncer. Cuando se trata de recuperar y tratar el cáncer de ovario, un enfoque integrador puede brindar varios beneficios a las pacientes. Estas son varias de las terapias más comúnmente recomendadas:
Consideraciones nutricionales y dietéticas para el tratamiento y la recuperación del cáncer de ovario
La adherencia a una dieta mediterránea se correlaciona con un menor riesgo de cáncer y mortalidad. La dieta mediterránea se compone de muchas verduras, frutas, frijoles, lentejas, nueces y cereales integrales acompañados de grasas saludables (como el aceite de oliva virgen extra o "AOVE"). El pescado, las carnes rojas y los lácteos se consumen en cantidades moderadas. Se evitan o se reducen al mínimo las bebidas azucaradas, el alcohol y los dulces. Seguir este estilo de vida puede ser beneficioso para reducir el riesgo general de cáncer y es útil durante el tratamiento activo para garantizar que se consume una dieta bien equilibrada y rica en nutrientes. Actualmente se están realizando investigaciones para ver si este estilo de vida también puede aumentar la duración de la supervivencia sin que el cáncer regrese (también conocido como supervivencia libre de progresión).
Suplementos y hierbas para el tratamiento y la recuperación del cáncer de ovario
Los fitomedicamentos (o medicamentos botánicos) pueden ser útiles junto con el tratamiento y el postratamiento.
Té verde
El consumo de té verde se ha relacionado con una menor aparición de cáncer de ovario y un mejor pronóstico. Se están realizando investigaciones para ver si un compuesto que se encuentra en el té verde, llamado EGCG (galato de epigalocatequina), es anticancerígeno. En estudios celulares, está claro que el té verde tiene un efecto inhibidor sobre las células de cáncer de ovario.
Indol-3-Carbinol
El indol-3-carbinol es un componente que se encuentra en vegetales como el brócoli, las coles de Bruselas, la col, la coliflor, la col rizada y las hojas de mostaza. En estudios celulares, se ha demostrado que sensibiliza sinérgicamente las células de cáncer de ovario a un tipo específico de tratamiento conocido como bortezomib. Uno de los usos más interesantes del indol-3-carbinol es junto con EGCG como terapia de mantenimiento en pacientes con cáncer de ovario.
Multivitaminas
Las vitaminas (como las vitaminas C y E) pueden tener un efecto protector contra el cáncer de ovario y, por lo tanto, puede ser benéfico tomarlas con regularidad. Si los niveles de minerales, como el zinc, son bajos, puede ser útil tomar un multivitamínico para ayudar a corregir esta deficiencia de nutrientes.
Terapias complementarias e integrativas para el tratamiento y recuperación del cáncer de ovario
Mejorar su calidad de vida general puede cambiar las reglas del juego si está siguiendo el tratamiento activamente. Muchas terapias integrativas pueden complementar el tratamiento y ayudar a reducir los efectos secundarios.
Yoga
Al igual que el cáncer de mama, el yoga puede resultar útil durante y después del tratamiento. En pacientes con cáncer de ovario, el yoga mejoró la función cognitiva después del tratamiento, específicamente con el uso de yoga restaurativo. Este tipo de yoga abarca una práctica más meditativa y utiliza un esfuerzo físico mínimo.
Acupuntura
La quimioterapia puede provocar una disminución de los glóbulos blancos. Esto se conoce como neutropenia. Si tiene una neutropenia grave durante el tratamiento, es posible que deba suspender o retrasar la quimioterapia para que sus glóbulos blancos tengan tiempo de recuperarse. La acupuntura es útil para la neutropenia inducida por quimioterapia (CIPN) y le permite completar el tratamiento sin interrupciones ni pausas innecesarias.