Optimización de la salud de los espermatozoides para lograr resultados de fertilidad masculina

La infertilidad afecta hasta al 20 % de las parejas en edad reproductiva en todo el mundo. Contrariamente a la idea errónea de que la infertilidad femenina es la única causa, la realidad es que aproximadamente el 50 % de los casos de infertilidad se deben a factores masculinos, lo que enfatiza la importancia de una evaluación integral y la consideración de ambos miembros de la pareja en las evaluaciones de fertilidad.

Entender la salud de los espermatozoides
Antes de analizar los parámetros de calidad de los espermatozoides, comencemos con algunos términos básicos. El semen, el líquido eyaculado del pene durante el orgasmo, es una mezcla compuesta de espermatozoides y secreciones de las glándulas accesorias masculinas, como la próstata. Los espermatozoides son las células reproductoras masculinas responsables de fertilizar un óvulo durante la reproducción sexual. La anatomía básica de los espermatozoides comprende una cabeza que contiene el material genético, una pieza intermedia con mitocondrias para la producción de energía y una cola para la motilidad.

Los parámetros clave influyen en la salud de los espermatozoides, la fertilidad masculina y el embarazo saludable
Varios parámetros clave influyen en la salud de los espermatozoides, la fertilidad masculina y el embarazo saludable. Comprender y evaluar estos parámetros es fundamental para evaluar la fertilidad masculina, lo que permite intervenciones específicas y enfoques personalizados para respaldar los resultados reproductivos.

Volumen del semen
El volumen del semen es la cantidad de líquido liberado durante la eyaculación. El volumen promedio varía de 1,5 a 5 ml por eyaculación. Un volumen adecuado de semen proporciona el medio necesario para nutrir, proteger y transportar los espermatozoides a través del tracto reproductivo femenino, lo que aumenta la probabilidad de una fertilización exitosa.

Viscosidad del semen
La viscosidad del semen, el espesor del líquido eyaculado, puede afectar el movimiento de los espermatozoides. La viscosidad normal facilita la entrada de los espermatozoides en el moco cervical, mantiene la velocidad de nado, evita la peroxidación lipídica y preserva la integridad del material genético de los espermatozoides. La hiperviscosidad del semen (semen demasiado espeso) ocurre en el 12-29% de los eyaculados y se considera una causa principal de los problemas de fertilidad masculina. Está relacionada con la mala motilidad de los espermatozoides, la calidad del semen y el éxito reducido de las tecnologías de reproducción asistida.

Recuento de espermatozoides
El recuento de espermatozoides se refiere a la cantidad de espermatozoides en un mililitro de semen. Los recuentos de espermatozoides normales varían de 15 a 200 millones de espermatozoides por ml de semen. El recuento de espermatozoides bajo es menos de 15 millones de espermatozoides por ml de eyaculado (o menos de 39 millones de espermatozoides totales por eyaculado). En los últimos 50 años, los estudios han observado una disminución global en el recuento de espermatozoides. Esta disminución es preocupante, ya que los recuentos bajos de espermatozoides se asocian con tasas de concepción reducidas.

Vitalidad de los espermatozoides
La vitalidad de los espermatozoides se refiere al porcentaje de espermatozoides vivos en una muestra, lo que indica su capacidad para fecundar un óvulo. La OMS sugiere que un nivel normal de vitalidad de los espermatozoides debe ser de al menos el 58%, lo que significa que al menos el 58% de los espermatozoides en la muestra deben estar vivos y ser capaces de fecundar.

Morfología de los espermatozoides
La morfología de los espermatozoides se refiere al tamaño y la forma de cada espermatozoide. Según los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para que un espermatozoide se considere morfológicamente normal, debe tener una cabeza con forma ovalada, un acrosoma que cubra al menos el 40% de la cabeza, una pieza intermedia que no sea excesivamente larga y una cola recta sin irregularidades. Por lo general, entre el 4 y el 10% de los espermatozoides en una muestra de semen son normales. Las tasas de morfología de los espermatozoides por debajo del 4% son anormales y pueden afectar los resultados de fertilidad.

Motilidad de los espermatozoides
La motilidad mide el porcentaje de espermatozoides capaces de avanzar progresivamente. Los espermatozoides móviles son necesarios para navegar por el tracto reproductivo femenino y llegar al óvulo para la fertilización. La motilidad de los espermatozoides se correlaciona fuertemente con resultados favorables del embarazo y el éxito de la tecnología de reproducción asistida. La baja motilidad de los espermatozoides se diagnostica cuando menos del 40% de los espermatozoides en el eyaculado se mueven.

Factores que afectan la salud de los espermatozoides
Comprender la intrincada interacción de los factores internos y externos es esencial para comprender el panorama multifacético de la salud de los espermatozoides y abordar las preocupaciones sobre la fertilidad masculina.

Edad
Los estudios proporcionan evidencia convincente que respalda la existencia de un reloj biológico para los hombres, demostrando una correlación entre el avance de la edad masculina y la disminución de la fertilidad, la disminución de la calidad de los espermatozoides y los peores resultados del nacimiento. Un metanálisis integral publicado en 2015 reveló una disminución constante de la calidad del semen con la edad, que abarca un volumen de semen reducido, la motilidad y la morbilidad normal.  Otro estudio reforzó estos hallazgos; al rastrear los cambios en la calidad del esperma según la edad, los investigadores descubrieron que el recuento de espermatozoides disminuye a los 34 años, la motilidad de los espermatozoides a los 43 años y el volumen del semen a los 45 años.

Genética
Los trastornos genéticos causan entre el 2 y el 8 % de los casos de infertilidad masculina. Las variaciones genéticas comprometen la función reproductiva masculina al obstaculizar la producción normal de espermatozoides maduros, lo que conduce a un recuento reducido de espermatozoides, una motilidad deficiente y una morfología anormal. Las formas primarias de trastornos genéticos que contribuyen a la infertilidad masculina incluyen anomalías cromosómicas como el síndrome de Klinefelter, mutaciones de un solo gen como la fibrosis quística y la ausencia bilateral congénita de los conductos deferentes, y microdeleciones del cromosoma Y, todas ellas que afectan varios aspectos de la producción, función o transporte de los espermatozoides.

Estilo de vida
Las opciones de estilo de vida desempeñan un papel fundamental en la salud de los espermatozoides. Factores como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y el uso de drogas se han asociado con una disminución del recuento de espermatozoides, una motilidad deteriorada y una morfología anormal. Estas opciones de estilo de vida contribuyen al estrés oxidativo, los desequilibrios hormonales y la inflamación, todo lo cual puede afectar negativamente a la espermatogénesis y la calidad de los espermatozoides.

Exposiciones ambientales
La exposición ambiental a sustancias químicas disruptoras endocrinas (EDC), pesticidas y metales pesados ​​también puede afectar negativamente a la salud de los espermatozoides. Estas sustancias pueden interferir con la regulación hormonal y alterar el desarrollo normal de los espermatozoides, lo que lleva a una disminución del recuento de espermatozoides, una movilidad deficiente y una morfología anormal. La infertilidad masculina se puede rastrear hasta la exposición ambiental materna durante el embarazo; la investigación vincula que las exposiciones ambientales maternas tienen impactos adversos en la salud reproductiva de su descendencia masculina adulta.

Condiciones médicas
Varias condiciones médicas pueden contribuir a los problemas de salud de los espermatozoides. Estos incluyen, pero no se limitan a:

  • Varicocele: hinchazón de las venas que drenan los testículos
  • Infección: infecciones de transmisión sexual, inflamación del epidídimo (epididimitis) e inflamación de los testículos (orquitis)
  • Baja testosterona
  • Disfunción sexual y de la eyaculación, incluyendo disfunción eréctil y eyaculación retrógrada
  • Enfermedades autoinmunes: anticuerpos antiespermatozoides, enfermedad celíaca

Apoyo nutricional para la salud de los espermatozoides
Las frutas, verduras, proteínas magras, frutos secos y cereales integrales están repletos de fibra y antioxidantes que pueden favorecer la calidad de los espermatozoides. La dieta mediterránea, asociada a una alta ingesta de antioxidantes y una baja ingesta de grasas no saludables, se correlaciona con una mejor calidad del semen, un mayor recuento y concentración de espermatozoides y una mejor motilidad de los espermatozoides.

Los antioxidantes combaten el estrés oxidativo, que puede dañar el ADN de los espermatozoides y perjudicar la fertilidad. Los estudios sugieren que una mayor ingesta de antioxidantes, como las vitaminas C y E y el selenio, puede favorecer los parámetros espermáticos, aumentar las tasas de embarazo espontáneo y mejorar los resultados de la tecnología de reproducción asistida.

Se ha descubierto que los hombres que experimentan problemas de fertilidad tienen proporciones más altas de omega-6 a omega-3 en la sangre, niveles más bajos de omega-3 tanto en la sangre como en el líquido seminal y concentraciones elevadas de ácido araquidónico en comparación con los hombres fértiles. Los ácidos grasos omega-3, en particular el ácido docosahexaenoico (DHA), son cruciales para la integridad estructural de las membranas y la motilidad de las células espermáticas. Un metaanálisis de 2019 que abarca casi dos décadas de investigación reveló que la suplementación con omega-3 aumentó las concentraciones de DHA e influyó positivamente en la motilidad de los espermatozoides en hombres con problemas de fertilidad. Los alimentos ricos en omega-3 incluyen pescado graso, semillas de lino, semillas de chía y nueces.

La coenzima Q10 desempeña un papel crucial en la producción de energía celular y actúa como un potente antioxidante. La CoQ10 está presente en las mitocondrias de los espermatozoides, donde contribuye a la producción de energía esencial para la motilidad y el funcionamiento general de los espermatozoides. Además, las propiedades antioxidantes de la CoQ10 ayudan a proteger a los espermatozoides del estrés oxidativo, evitando el daño del ADN y mejorando la calidad de los espermatozoides. Los estudios no solo han demostrado niveles bajos de CoQ10 en hombres infértiles, sino que también han expuesto su impacto positivo en los parámetros de los espermatozoides, incluido el recuento, la motilidad y la morfología, lo que sugiere su potencial como intervención de apoyo para los hombres con problemas de fertilidad.

La carnitina es un derivado de aminoácidos que participa en el metabolismo energético dentro de las mitocondrias de los espermatozoides, ayudando a convertir los ácidos grasos en energía y manteniendo la motilidad óptima de los espermatozoides. Los estudios han sugerido una correlación positiva entre la suplementación con carnitina y la mejora de la motilidad y la morfología de los espermatozoides. Además, las propiedades antioxidantes de la carnitina protegen a los espermatozoides del estrés oxidativo, protegiendo las membranas de los espermatozoides y reduciendo el riesgo de daño del ADN.

Modificaciones del estilo de vida para mejorar la fertilidad
Los hombres con sobrepeso y obesos tienen un mayor riesgo de sufrir alteraciones de la espermatogénesis, recuento bajo de espermatozoides, baja motilidad de los espermatozoides, niveles bajos de testosterona, disminución de la libido y de la función eréctil. Por el contrario, mantener un peso saludable ha demostrado tener efectos positivos. Efectos sobre los parámetros espermáticos. Un estudio realizado en 2011 mostró que la pérdida de peso se asoció positivamente con aumentos en el recuento de espermatozoides y el volumen del semen.

El ejercicio es una de las intervenciones de primera línea recomendadas para perder peso y mantener un peso saludable. El ejercicio puede mejorar la calidad de los espermatozoides a través de varios mecanismos y, si bien la pérdida de peso puede ser un factor contribuyente, no es la única explicación de los efectos positivos del ejercicio sobre la salud reproductiva. El ejercicio ayuda a regular las hormonas relacionadas con la función reproductiva, como la testosterona, y reduce el estrés oxidativo. La actividad física regular mejora los parámetros espermáticos como el recuento, la motilidad y la morfología.

El estrés crónico se ha asociado con impactos adversos en la función reproductiva masculina, afectando los parámetros espermáticos y los niveles hormonales. El estrés percibido reduce la calidad y la motilidad de los espermatozoides en un 39% y un 48%, respectivamente. Los estudios han revelado que las técnicas de reducción del estrés, incluidas las intervenciones basadas en la atención plena, se asocian con marcadores de estrés oxidativo mejorados, lo que puede traducirse en una mejor calidad de los espermatozoides.

Dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol y evitar las drogas recreativas muestran efectos positivos sustanciales en la salud de los espermatozoides, respaldados por evidencia clínica sólida. Los estudios subrayan el impacto perjudicial del tabaquismo en los parámetros de los espermatozoides, ya que dejar de fumar produce mejoras en el recuento y la motilidad de los espermatozoides. De manera similar, la moderación en el consumo de alcohol se ha asociado con una mejor calidad del semen. Evitar las drogas recreativas también es importante, ya que sustancias como la marihuana se relacionan con una disminución del volumen del semen, el recuento de espermatozoides y la forma alterada de los espermatozoides, todo lo cual, en última instancia, reduce la fertilidad masculina.

Intervenciones y tratamientos médicos
Las tecnologías de reproducción asistida (TRA) y la terapia hormonal desempeñan un papel fundamental en el tratamiento de los problemas de fertilidad relacionados con los espermatozoides, proporcionando soluciones potenciales para las parejas que luchan por concebir de forma natural. La TRA abarca una gama de técnicas avanzadas diseñadas para abordar desafíos específicos relacionados con los espermatozoides. La inseminación intrauterina (IIU) es otro método de TRA en el que el esperma preparado se introduce directamente en el útero de la mujer durante la ventana de ovulación, lo que aumenta la probabilidad de fertilización. En los casos en los que los parámetros de los espermatozoides, como el recuento, la motilidad o la morfología, se ven comprometidos, la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) ofrece un enfoque específico al inyectar directamente un solo espermatozoide en un óvulo, lo que facilita la fertilización. La fertilización in vitro (FIV) implica la combinación de óvulos y espermatozoides fuera del cuerpo, seguida de la transferencia del embrión resultante al útero. La tasa de embarazo mediante técnicas de reproducción asistida (TRA) asciende a un 40 % aproximadamente, y los estudios respaldan la eficacia de las técnicas de reproducción asistida en casos de infertilidad masculina.

Seguimiento y evaluación de la salud de los espermatozoides
El análisis de espermatozoides es una herramienta de diagnóstico crucial para los hombres que intentan concebir, ya que ofrece información valiosa sobre la salud reproductiva masculina. Las pautas médicas recomiendan que los hombres que se sometan a evaluaciones de fertilidad se realicen un análisis de espermatozoides al menos dos veces. Esto garantiza una representación más precisa de los parámetros de los espermatozoides, ya que pueden fluctuar debido a diversos factores, como enfermedades, estrés o cambios en el estilo de vida. Los principales parámetros evaluados en un análisis de espermatozoides estándar incluyen el recuento, la motilidad, la morfología y el volumen de los espermatozoides. Según las directrices de la OMS, un recuento normal de espermatozoides oscila entre 15 y 200 millones de espermatozoides por mililitro de semen, con al menos el 40 % de los espermatozoides mostrando una movilidad progresiva y el 4 % o más con una morfología normal.


Optimizar la salud de los espermatozoides es importante para la fertilidad masculina, y adoptar estrategias viables es clave para respaldar los resultados reproductivos. La calidad de los espermatozoides influye significativamente en las probabilidades de concepción exitosa, por lo que es crucial que los hombres sean proactivos a la hora de abordar las preocupaciones sobre la fertilidad. El análisis regular de esperma, que evalúa parámetros como el recuento, la motilidad y la morfología, proporciona información valiosa sobre la salud reproductiva. Adoptar un estilo de vida saludable, que incluya mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y controlar el estrés, tiene un impacto positivo en la calidad del esperma. Además, evitar el tabaco, el alcohol en exceso y las drogas recreativas contribuye al bienestar reproductivo. Se anima a los hombres a buscar información y apoyo para las preocupaciones sobre la fertilidad, rompiendo así con cualquier estigma asociado a la salud reproductiva masculina. La colaboración con los proveedores de atención médica permite una atención personalizada, abordando las necesidades individuales y facilitando decisiones informadas para optimizar la fertilidad.