Vigorexia
La vigorexia se define en el Manual diagnóstico y estadístico (DSM-5) como un trastorno dismórfico corporal que desencadena una preocupación por la idea de que el cuerpo es demasiado pequeño o no lo suficientemente musculoso.
Cuando tienes vigorexia, estás obsesionado con la idea de que algo anda mal con la apariencia de tu cuerpo. Eso puede influir en su comportamiento.
La dismorfia muscular puede parecerse a muchas cosas, entre ellas:
- Pasar horas en el gimnasio, esforzar tu cuerpo mucho más allá de sus límites y luego sentirte obligado a regresar y hacerlo de nuevo al día siguiente.
- Seguir dietas en un camino para reducir peso y agregar músculo que nunca parece terminar
- Odiar el cuerpo en el que vives y sentir que estas deficiencias percibidas en tu cuerpo son igualmente claras para cualquiera que te vea
Si no se trata, la vigorexia puede intensificarse y provocar:
- Abuso de esteroides
- Depresión
pensamientos de suicidio
Otras afecciones de salud mental, como los trastornos alimentarios y el trastorno obsesivo-compulsivo, también pueden influir en esta afección.
Todavía existe cierto debate en la comunidad médica sobre si la vigorexia debe clasificarse simplemente como un trastorno dismórfico corporal o si tiene más en común con los trastornos alimentarios o la adicción.
¿Cuáles son los síntomas de la vigorexia?
La vigorexia es principalmente una condición psicológica, aunque puede aparecer de forma física.
Alguien con vigorexia puede experimentar algunos de los siguientes síntomas:
- obsesión por la apariencia, a veces llamada mirarse en el espejo
- una fijación con su dieta y suplementos dietéticos
- Uso de medicamentos y esteroides relacionados con la aptitud física.
- insatisfacción con su apariencia que conduce a estados de ánimo deprimidos o enojo
- Muchos síntomas de la vigorexia pueden parecer relativamente normales. Pero cuando estás esforzando tu cuerpo para alcanzar objetivos de acondicionamiento físico que siempre parecen fuera de tu alcance, puede que haya algo más que simplemente querer estar en buena forma.
¿Existen factores de riesgo para desarrollar vigorexia?
Como señala la Clínica Mayo, ciertas experiencias de vida y factores psicológicos subyacentes pueden aumentar la probabilidad de sufrir dismorfia corporal.
Tanto mujeres como hombres pueden tener dismorfia muscular. Las experiencias negativas durante la niñez, como la intimidación o las burlas sobre su tamaño, pueden influir en la aparición de esta afección.
Un estudio de 2019 de más de 14.000 jóvenes encontró que el 22% de los hombres y el 5% de las mujeres informaron tener patrones alimentarios desordenados relacionados con hacer ejercicio y volverse más musculosos.
El mismo estudio también encontró que tener otras afecciones de salud mental puede aumentar el riesgo de padecer vigorexia. Las personas que practican culturismo, ciertos deportes o comunidades de lucha libre también tienen más probabilidades de tener esta afección.
¿Cuáles son los síntomas de la bigorexia?
La bigorexia es principalmente una condición psicológica, aunque puede aparecer de forma física.
Alguien con bigorexia puede experimentar algunos de los siguientes síntomas:
obsesión por la apariencia, a veces llamada mirarse en el espejo
una fijación con su dieta y suplementos dietéticos
Uso de medicamentos y esteroides relacionados con la aptitud física.
insatisfacción con su apariencia que conduce a estados de ánimo deprimidos o enojo
Muchos síntomas de la bigorexia pueden parecer relativamente normales. Pero cuando estás esforzando tu cuerpo para alcanzar objetivos de acondicionamiento físico que siempre parecen fuera de tu alcance, puede que haya algo más que simplemente querer estar en buena forma.
¿Existen tratamientos para la vigorexia?
Si tiene vigorexia, es posible que esté buscando formas de controlar sus síntomas.
Si bien hay algunas cosas que puede hacer en casa, es posible que deba buscar un proveedor de salud mental profesional para tratar su afección.
- Medidas de autocuidado
Puede comenzar a tratar la dismorfia muscular hoy mismo realizando cambios, que incluyen:
-limitar su ejercicio y actividades de levantamiento de pesas a 30 minutos a una hora por día
-dejar de usar esteroides, smoothies de proteínas y suplementos de fitness
-eliminar rastreadores de calorías y aplicaciones de fitness de sus dispositivos
-Identificar y abordar otros comportamientos que pueden influir en su afección, incluidas las purgas, los atracones, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.
Tratamientos médicos
También es posible que desees hablar con un profesional de la salud mental sobre tus síntomas, especialmente si la dismorfia muscular está afectando tus relaciones y haciendo que consideres autolesionarte.
Estos tratamientos pueden incluir:
-Terapia cognitivo-conductual (TCC) para identificar patrones de pensamiento y cambiar la forma de responder del cerebro.
-Terapia de exposición/prevención ritual (E/RT) para ayudarle a encontrar formas alternativas de afrontar las preocupaciones negativas.
-Reentrenamiento perceptivo para cambiar la forma en que ves tu cuerpo.
¿Cómo afronto la vigorexia?
Vivir con vigorexia significa encontrar estrategias de afrontamiento que funcionen.
Estas estrategias pueden ayudarle con sus síntomas y darle una sensación de control:
-Participar en grupos de recuperación y apoyo para personas con dismorfia corporal.
-Practica meditación y ejercicios de respiración profunda.
-Pasa tu tiempo activo al aire libre en lugar de en el gimnasio.
-Lleva un diario en el que anote sus síntomas y cómo se siente.
-Identifica los desencadenantes y evítalos siempre que puedas. Un desencadenante puede ser cualquier cosa, desde una película en la que la gente tiene el aspecto que tú crees que debería tener hasta una persona que critica tu cuerpo.